El mundo ha cambiado. El año 2020 marcó un antes y un después en la vida de las personas y de las empresas. Sin importar el tamaño y rubro principal, todas han visto afectados sus negocios, sus estructuras, sus cuadros de empleados y jefes, y sus utilidades. Acá es donde aparece el trabajo de Consultoría.

La alta interrelación entre la pandemia y los negocios, con economías cada vez más globalizadas, hace imprescindible que las empresas se actualicen continuamente, ante escenarios cada vez más competitivos y demandantes de productos y servicios de alta valoración.

El mapa empresarial en Latinoamérica muestra que la mayoría de las empresas son Pymes, que representan el motor de la economía y las más grandes generadoras de empleo. Pero también son el corazón de la mayoría de las economías en el mundo. Su actividad diaria mantiene la economía activa.

Sin embargo, existen diversos factores que frenan o alteran su crecimiento, como la falta de financiamiento , la presión tributaria, la falta de estructura, el desconocimiento del mercado, la incertidumbre económica, la inflación y la inseguridad. Pero también en muchos casos las amenazas son internas de la compañía: falta de conocimiento, de talentos, de recursos, de herramientas, de procesos, de competitividad y productividad, y hasta de no tener una estrategia y visión clara del mercado, ni una firme plataforma de crecimiento.

La tendencia global de concentración de empresas en casi todos los mercados también lleva a reflexionar sobre el futuro estratégico, tanto de las PyMES como de organizaciones medianas y grandes.

En este contexto, los empresarios se ven diariamente frente a nuevos desafíos que obligan a mirar en detalle la forma de trabajar. Tienen en sus empresas personas valiosas, que ayudan a que sus negocios se potencien y crezcan. Pero eso no alcanza. Muy pocas empresas pueden tener empleados especialistas que cubran todas sus necesidades, y mucho menos estar actualizados en la aparición y aplicación de nuevas tecnologías, tan cambiantes y necesarias.

Por eso, la clave está en la tecnología y en la visión global. Pera antes de la digitalización, lo primero que hay que transformar es el propósito y la visión. En este contexto cambiante, acelerado e hiperconectado las empresas deben competir, y la única receta es transformarse para seguir creciendo.

Hace falta una mirada 360, hacia adentro y hacia afuera. Hace falta repensar la estrategia de la empresa y generar planes, que luego se ejecuten. Hace falta hacer convivir a la tecnología dentro de la estrategia, hay suficiente información que muestra que aquellas empresas que alinean su estrategia con sus inversiones en tecnología tienen utilidades mayores en sus negocios.

Por eso la inversión en tecnología es esencial, y debe ser correctamente planeada y ejecutada. Además, toda nueva tecnología tiende a abaratarse y hacerse accesible a nuevos usuarios.

Es real que una consultoría pone enfrente no solo oportunidades y fortalezas de una compañía, sino que también muestra las amenazadas y debilidades. Esa mirada externa permite ver los problemas con el fin de descubrir nuevas oportunidades de crecimiento. Es clave en la transformación.  

Esta velocidad de cambio también obliga a que la consultoría se adapte a las necesidades del mercado y las empresas. El mundo de la consultoría está inmerso en una transformación tecnológica y el servicio gira hacia la innovación, digitalización, robotización, fenómenos de alcance ilimitados que están cambiando profundamente las formas de trabajar, las estrategias, los servicios y los modelos de negocios.

Cada vez más se requiere de equipos y servicios multidisciplinarios, mayor tercerización de procesos, de selección, de digitalización, de innovación para alcanzar los objetivos y optimizar los tiempos y resultados.  La consultoría continúa creciendo a escala local y mundial y el desafío de ayudar a las empresas a transformase y ser competitivas en el mercado es una oportunidad de evolución.

Como firma internacional, frente a este desafío y la oportunidad de expandir las fronteras de los negocios para las PyMEs, desde Auren ayudamos a abordar los proyectos de cada cliente posicionándonos como socios estratégicos y aportando know how, facilitando la incorporación de las herramientas y tecnologías que ayuden a despegar sus proyectos e iniciativas internacionales. Nuestra mirada 360, multidisciplinaria, ayuda a los clientes a que entiendan más de su problemas y posibles soluciones.

Preguntarse si requieren de un consultor externo, es demorar la evolución que muchos de sus competidores ya están realizando, y un riesgo para su empresa. Es necesario aprovechar las herramientas adecuadas para los desafíos de la organización.

Todo asesoramiento trae a la luz mejoras, impulsa a la empresa, la ayuda a llegar más rápido en estos tiempos veloces, manteniendo el foco en la generación de valor y potenciando el negocio. El empresario necesita una solución integral con valor agregado. Y este asesoramiento a través de la Consultoría externa contribuye a acelerar la creación de valor, tanto para la empresa como para sus propietarios e inversores.

Por Fabio Fabri, Coordinador general de Consultoría de Auren