Enfoque MVP para ofrecer valor en plazos cortos

07/09/2021

Según la definición de Wikipedia, “Un producto viable mínimo o MVP (del inglés Minimum Viable Product) es la versión de un nuevo producto que permite a un equipo recolectar, con el menor esfuerzo posible, la máxima cantidad de conocimiento validado sobre sus potenciales clientes. Se utiliza para obtener un conocimiento rápido y cuantitativo del mercado de un producto, o de algunas funcionalidades en particular”.

Si hacemos el paralelismo con el esquema que proponemos en nuestro enfoque de proyectos y soluciones, bajo la premisa entregar valor en plazos cortos, nos estamos refiriendo a aplicar este concepto como metodología para la definición y diseño de la estrategia y solución hacia nuestros clientes (ya sea analítica/BI o de Transformación Digital completa).

¿Por Qué?

Porque en la actualidad las organizaciones no pueden darse el lujo de definir proyectos a 2 o 3 años, sin ver resultados hasta el fin de dicho plazo. Los motivos son varios, pero todo tiene que ver principalmente con la velocidad en que suceden hoy las cosas y los cambios, respondiendo a ellos rápidamente para seguir siendo competitivos.  Si defino un proyecto en el cual los resultados serán palpables recién a mediano / largo plazo existe una alta probabilidad que ya no estén alineados a la problemática de ese momento y por ende, los esfuerzos no sean aplicables y quizá tampoco, reutilizables. Otro motivo importante, es que en un mundo donde todo tiende a ser ágil manda la necesidad de responder en tiempo y forma, en línea con la velocidad antes mencionada.

Entonces, alineado al concepto MVP, nuestro enfoque de cara a las soluciones de los clientes implica definir una Estrategia macro, “pensar en grande”, y ejecutarla desde un proceso iterativo  con los siguientes hitos: Idea – Construcción – Producto – Medición – Datos – Aprendizaje.

Se van seleccionando “productos” (iniciativas/requerimientos) que puedan ser llevadas a cabo en plazos cortos, que entreguen valor para comenzar a dar respuesta a las necesidades planteadas y en muchos casos que permitan su reutilización, para poder avanzar al paso siguiente basados en el entregable anterior o que lo complementen. Con este esquema, también estamos testeando rápidamente si estamos alineados al objetivo y si los resultados son los esperados, se obtiene feedback en forma temprana confirmando el camino o realizando los ajustes pertinentes, minimizando costos y riesgos.

Las capacidades analíticas son las mejores aliadas, ya que nos permiten realizar las mediciones, hallazgos y seguimiento para confirmar no sólo la estrategia sino también el camino para alcanzarla. 

Por Florencia Hernández Franch  – Estrategia IT de Auren