En un mundo laboral en constante transformación, vislumbrar cómo serán los próximos años es una tarea que implica repensar la experiencia del empleado, pero también analizar datos para generar estrategias que aporten flexibilidad en el mayor amplio de los sentidos, buscando la máxima personalización de cada programa. En definitiva, la marca empleadora deberá ser fuerte si la empresa quiere estar prendida en la lucha de un talento que es cada vez más escaso.
Lo que se observa es que «cambió el foco de las organizaciones respecto a sus colaboradores. Consideramos que, en un mundo donde el talento se ha convertido en el recurso más escaso, las empresas que quieran ser competitivas tendrán que prestar atención a las prioridades de las personas a la hora de diseñar sus esquemas laborales e implementar sus políticas de Recursos Humanos», establece Gustavo Aguilera, director de Talent Solutions y People & Culture de ManpowerGroup Argentina.
Y luego, el cambio más notorio es «la flexibilización de la modalidad de trabajo, la adopción generalizada del home office y el trabajo híbrido. Todavía se está asentando como práctica en la mayoría de las empresas pero es algo que llegó para quedarse. La gente que ya demostró que con el home office su productividad no baja, lo siente como un beneficio adquirido y en aquellas empresas que están exigiendo presencialidad, cuesta que las personas accedan», advierte Ezequiel Palacios, director Asociado de Glue Executive Search.
«Muchas estadísticas demuestran que si los colaboradores pudieran elegir, no volverían más a la presencialidad, aunque contar con al menos dos días presenciales ha demostrado ser muy eficiente para agilizar la toma de decisiones y mantener la conexión con los equipos», agrega.
En esto de manejar mejor los tiempos propios también se percibe más que «muchos profesionales han decidido abandonar la ‘tranquilidad’ de la relación de dependencia e ingresar al mundo de los trabajadores independientes. Hoy hay mucha consultoría, que antes se reservaba para grandes especialistas exclusivamente, ya se ve en otros niveles. Los profesionales prefieren vender sus servicios mientras las empresas los demanden, teniendo la libertad de entrar y salir cuando lo deseen. Incluso, muchos acceden a ingresos en moneda extranjera», cuenta Natalia Odolinski, gerente de Gestión de Personas de Auren.
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