La pandemia de COVID 19 provocó una fuerte crisis a nivel mundial en términos económicos, sanitarios, sociales y hasta políticos. Nos enfrentó a un momento importante y significativo para el mundo entero en el que más de allá del país, la región y las fronteras que separan un lugar de otro, todos luchamos contra el mismo virus.

Esta situación aceleró fuertemente los cambios que veníamos viviendo en el mundo y que en algunos países llevaba más tiempo que en otros. Hoy ya todos nos encontramos frente a una globalización tecnológica y de gran velocidad, donde debemos mirar también hacia afuera para tener una visión de futuro.

El crecimiento económico es importante hoy más que nunca, cuando la economía mundial está atravesando una desaceleración por la crisis que generó la pandemia y sus consecuencias.

Analizar la situación económica de la región y el lugar que ocupa cada país en el mundo, nos lleva a hacer una lectura de los efectos económicos, tecnológicos y sanitarios que genera cada uno y evaluar el impacto que el relacionamiento de los países tiene sobre el mercado.

Es decir, la económica de crecimiento e integración de los países de Latinoamérica conforman eslabones y etapas dentro de la cadena de valor global. Deben tener el ejercicio de atender la interrelación permanente entre lo que ocurre en el ámbito nacional, regional e internacional.

Hoy insertarse o ser parte de la cadena de valor internacional es parte de la evolución. En la actualidad, la producción, el comercio y la economía tiene lugar tanto desde lo local, nacional como mundial. Ya no podemos sólo mirar para dentro, debemos mirar al mundo. Un ejemplo y aprendizaje de esta situación fue el Covid 19.