Prensa. El desafío de volver a los puestos de trabajo

21/07/2020

Los compartamientos requeridos en el mundo del trabajo nos hubieran parecido de ciencia ficción hace poco, pero es preciso aceptar la nueva normalidad. La empresa tiene hoy un rol esencial para la seguridad de la comunidad.

Tras dos meses con el Covid19, la interacción social presencial está restringida y requiere de medidas estrictas en los casos de que sea inevitable el regreso a los puestos de trabajo. El paisaje al que estábamos habituados sufrió un gran cambio y los comportamientos requeridos en el mundo social y del trabajo, nos hubieran parecido de película de ciencia ficción hace pocos meses, pero es preciso que seamos capaces de aceptar rápidamente el nuevo normal.

La empresa tiene hoy un rol esencial para la seguridad de la comunidad, es tiempo de probar nuestra coherencia y caminar lo hablado, demostrar en los hechos nuestro compromiso. El regreso a la oficina comienza con un cambio de comportamientos que se inicia aún antes de salir de casa, tales como la verificación de síntomas, su reporte al empleador y el uso adecuado de todos los elementos de protección. Las empresas toman en este momento un rol de acompañamiento, difusión y de educación. Las capacitaciones que antes se enfocaban en las necesidades del negocio, hoy se tornan una mixtura inseparable entre el cuidado de los equipos, la minimización de los riesgos y la capacidad de aceleración de cambios pendientes, hoy las empresas enfocan decididamente sus recursos en adoptar prácticas que antes resistían.

Muchas organizaciones estaban ancladas en prácticas de control y estilos de liderazgo verticalistas, y hoy se encuentran ante la necesidad de repensarse desde lo profundo de sus valores y creencias. Quienes ya venían implementando dinámicas basadas en el trabajo por resultados y en prácticas de empoderamiento, pueden ahora acelerar esa transformación dando un salto más rápido de lo esperado a modelos de liderazgo basados en la autonomía y la confianza. Pero en el otro extremo, encontramos empresas sufriendo la necesidad de soltar viejas prácticas y aprender una nueva manera de gestionar equipos.

Las prácticas de manejo de equipos virtuales han resultado claves para el llamado teletrabajo. Los líderes son el factor clave de éxito para que estas prácticas sean efectivas. A través de ellos, las empresas llegan a su personal, por lo que deben ser capaces de entablar relaciones estrechas basadas en el cuidado y la confianza. Ya no sólo se trata de guiar hacia objetivos de negocio, sino también de contener, proteger e inspirar.

En el caso de los rubros o secciones del negocio que se ven obligados a continuar con una dinámica presencial, se abre la necesidad de funcionar en base a protocolos estrictos. La organización de turnos con cupos de personal, es una práctica necesaria para asegurar la continuidad del negocio. El diseño de estas dinámicas y procedimientos tiene aspectos comunes, pero también deben adaptarse a las situaciones particulares, donde el estilo comportamental de los equipos, el espacio de trabajo y las necesidades de interacción son las principales variables a tener en cuenta.

Es posible repensar el “punta a punta” de la experiencia del empleado, comunicar claramente lo que se espera de cada miembro de equipo y dar un soporte cercano que brinde acompañamiento, capacitación y comunicación abundante. En este trabajo los líderes deben estar directamente involucrados, no olvidemos que las emociones preponderantes en estos contextos de incertidumbre, son las derivadas del miedo, emoción que bloquea, paraliza o al menos enlentece la posibilidad de actuar.

Es entonces vital gestionar el ánimo, invertir en las personas es también proteger la capacidad de sostenimiento del negocio. Si se hace de manera proactiva y planificada, será una gran oportunidad para salir fortalecidos tras esta etapa transitoria de crisis.

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