Prensa. Nuevas reglas y tecnologías disponibles

09/03/2020

Revista Mercado. La adaptación a las nuevas normas de ajuste por inflación en los balances y la aplicación de nuevas tecnologías, big data e inteligencia artificial, que tornan más eficiente y eficaz el proceso de auditoría, son dos de los grandes temas que atraviesan a las empresas del sector en la Argentina.

Por Osvaldo Miceli, Socio de Auditoría

La adopción obligatoria del ajuste por inflación en los balances de las empresas, sin dudas, ha sido la principal novedad del año 2019 en materia de información financiera en Argentina.

Es un reclamo histórico de los profesionales en nuestro país, tanto a nivel financiero como impositivo; dado que permite reflejar mejor la realidad económica y financiera de cada organización, y tributar sobre dicha base imponible.

Resultaba difícil exponer que una empresa tuvo ganancias solamente porque tenía más pesos que antes, cuando el poder adquisitivo de los mismos podía haberse visto disminuido por el efecto inflacionario.

Argentina es uno de los muy pocos países en donde se aplica y si bien, por un lado, la implementación del ajuste por inflación constituyó un punto positivo, sigue habiendo algunos aspectos a mejorar, como por ejemplo la computabilidad impositiva integral en el año en curso (primero se hacía en tercios, y ahora en sextos), y la falta de anticipación de su entrada en vigencia (pasó de estar prohibido a ser obligatorio el último día hábil de 2018). Se podría decir que sigue habiendo trabas a la adecuación de las declaraciones juradas impositivas a la realidad inflacionaria del país.

Por otro lado, seguimos transitando una etapa de concientización de este cambio a los usuarios de la información financiera, especialmente a los extranjeros que puede resultarles más difícil de comprender la existencia de inflación en niveles tan elevados.

Asimismo, como parte de este proceso de cambios e implementaciones, la tecnología juega un papel fundamental como herramienta imprescindible y facilitadora de información.

Con el uso de las nuevas tecnologías de plataformas big data y de inteligencia artificial como herramienta de uso en el modo de auditar, aumenta enormemente la calidad de las auditorías ya que se automatizan los procesos de revisiones, y se puede monitorear la totalidad de las operaciones en tiempo real, en lugar de tomar muestras selectivas. Con menos recursos, se puede auditar más y mejor.

Para ponerlo en un ejemplo concreto: un gerente de Auditoría Interna puede recibir una alerta vía notificación en su celular de que hace unos segundos, determinado usuario desde determinada locación emitió un comprobante gemelo o clonado. Todo esto mediante un proceso de auditoría automático ejecutado en tiempo real por un robot.

El ahorro en tiempos y costos por detectar estas inconsistencias suele ser muy significativo, incluso contra la ejecución de una auditoría tradicional que lo puede detectar recién al año siguiente, y termina siendo más costosa.

Además, estas tecnologías son democráticas porque al principio eran un lujo que solo podían costear las empresas multinacionales, y cada vez se hacen más accesibles y necesarias también para las pymes.

Eficiencia en las operaciones

En contextos de recesión e incertidumbre como los actuales, hay una tendencia a analizar en mayor profundidad todos los procesos y actividades de cada organización para alcanzar mayores niveles de eficiencia en la operación.

A esta práctica la llamamos “afilar la sierra”, y la consideramos muy importante para mantener la viabilidad de la empresa, actualizarla y a su vez, prepararla para el futuro, y para un potencial mercado con mayor demanda de los bienes y servicios que ofrezca.

En este proceso, es clave la participación en forma conjunta de los players internos de la empresa, en todos sus niveles jerárquicos, así como también especialistas externos, e independientes.

Esto genera un intercambio muy productivo de conocimiento específico de la operación, y de la cultura de la organización, con ideas nuevas, mejores prácticas de la industria, y atención a nuevas demandas del mercado como la accesibilidad y la sustentabilidad.

Finalizada esta etapa, el desafío no culmina, ya que sigue a continuación la vital implementación y ejecución de los cambios que se hayan definido.