LinkedIn es clave, pero Facebook, Instagram y X también pesan. La huella digital puede abrir o cerrar puertas. Por qué la coherencia online puede inclinar la balanza.

Publicar o no publicar, esa es la cuestión. ¿De qué hablamos? Muchas personas que están en búsquedas laborales se plantean no postear determinadas opiniones o fotos, o incluso limpiar sus perfiles para dejarlos los más neutros posibles. ¿Es mito o realidad que los selectores miran las redes sociales antes de una entrevista?

“Los reclutadores buscan tanto información sobre el carácter personal como información contradictoria que pueda surgir frente a lo declarado profesionalmente. Es recomendable mantener una imagen proporcionada y profesional en todas las plataformas, acorde al tipo de trabajo al que el candidato se está postulando. Por ejemplo: se considera la coherencia entre perfiles personal y profesional, red de contactos, comportamiento online, entre otros”, cuenta María Fernanda Sassone, People Manager de Visma Latam HR.

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Alarmas

Las publicaciones que generan impresión negativa “son las que están marcadas por un tono violento, discriminatorio, insultos o falta de respeto hacia otras personas, empresas o grupos. En casos extremos, como comentarios xenófobos o vinculados a situaciones de violencia, pueden ser directamente motivo de descarte. Se busca observar comportamientos y anticipar escenarios que puedan poner en riesgo la cultura organizacional o la convivencia en un equipo”, indica Manuela Cado, líder de Atracción de Talento en Strategy Latam.

“Lo importante, más que la opinión en sí, es el modo en que se comunica. La forma también afecta al fondo. Porque pregonamos el respeto y la apertura al diálogo. Las compañías buscan profesionales que puedan integrarse a equipos diversos, y la forma en que uno se expresa en redes sociales termina mostrando rasgos de su estilo de relacionarse con los demás”, añade Cado.

En esta línea, Iván García Villavicencio, Talent Acquisition Manager en Softtek, explica que “no se descarta a alguien por opinar distinto, eso sería un error. El problema aparece cuando la forma de expresarse es intolerante o violenta. He visto perfiles donde una persona defiende una postura política con respeto, y eso no es un problema. Pero también he visto casos de agresiones directas a otros usuarios por pensar distinto, y ahí sí genera una alerta. Las empresas buscan gente que pueda convivir en contextos diversos, y si en redes alguien muestra lo contrario, se toma en cuenta”.

“En cuanto a lo legal, en Argentina no existe una regulación específica sobre el uso de redes en selección de personal. Sí rigen las leyes de intimidad y protección de datos, que prohíben acceder a cuentas privadas sin permiso. Por eso, la revisión se limita a la información pública, y la responsabilidad ética queda en manos de cada reclutador”, dice Sebastián Maciarello, gerente de Selección y BPO de Auren Argentina.

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