En un entorno empresarial cada vez más interconectado, las operaciones entre empresas vinculadas –aquellas que hacen parte del mismo grupo económico– están bajo la lupa de las autoridades tributarias. Desde servicios compartidos, préstamos intragrupo, hasta licencias de intangibles o compraventa de bienes entre matrices y filiales, todas estas transacciones deben cumplir una regla de oro: realizarse a precios de mercado.

Este principio, conocido como “arm’s length” (en condiciones de plena competencia), es la base del régimen de Precios de Transferencia (PT), una obligación tributaria que cada año cobra más importancia en Colombia y en el mundo.

¿Por qué es clave preparar el Estudio de Precios de Transferencia?

En Colombia, los informes de Precios de Transferencia son una obligación para las empresas radicadas en el país que realizan operaciones con partes vinculadas residentes en el extranjero. Esta obligación cuenta con varios años en la legislación nacional y en la actualidad tiene como pieza angular el Estatuto Tributario y el Decreto 3030 del año 2013.

¿Y por qué transferir adecuadamente?

En esencia, los Precios de Transferencia determinan dónde se genera la renta gravable. En un mundo con múltiples jurisdicciones fiscales y tipos impositivos, una mala asignación de precios puede llevar a:

  • Una doble imposición (dos países gravan la misma renta)
  • Erosión de la base fiscal (un país pierde recaudación legítima)
  • Contingencias legales o fiscales, si la DIAN realiza ajustes y cobra impuestos adicionales.

Además, la tendencia global es hacia un mayor escrutinio. Iniciativas como el plan BEPS (Base Erosion and Profit Shifting) de la OCDE han promovido la transparencia tributaria, la estandarización del Reporte Maestro y el Reporte País por País, y el intercambio automático de información entre países.

¿Qué debe incluir un buen Estudio de Precios de Transferencia?

Aunque la legislación colombiana (Decreto 2120 de 2017, entre otros) define los lineamientos mínimos, un Estudio robusto debe incluir:

  • La descripción funcional de las partes (quién hace qué y asume qué riesgos)
  • El análisis económico con comparables de mercado
  • La selección del método más apropiado para valorar cada operación
  • La coherencia con la información financiera, contractual y operativa
  • Desde 2022, la documentación debe presentar el Reporte Local, Reporte Maestro y Reporte País por País, cuando aplique.

No se trata solo de cumplir: se trata de planear

Preparar Precios de Transferencia con anticipación permite a las empresas alinear su planeación fiscal con su estrategia de negocios. Una política de PT bien diseñada:

  • Fomenta la coherencia entre finanzas, contabilidad y tributación
  • Reduce la exposición a riesgos fiscales innecesarios
  • Facilita la gestión interna, especialmente en grupos con operaciones complejas o en múltiples jurisdicciones.

En conclusión, los Precios de transferencia no son un asunto exclusivo de las grandes multinacionales. Cada vez más empresas medianas, startups con inversionistas extranjeros, compañías en zonas francas o negocios familiares con operaciones en el exterior deben asumir esta responsabilidad con seriedad.

Estar preparados no solo evita sanciones, protege el valor, la reputación y la sostenibilidad financiera de la empresa; y en un entorno tributario tan exigente como el colombiano, eso no es negociable.