Reforma tributaria para el año 2026
La reforma tributaria que actualmente se discute en el Congreso de la República llega como un intento del gobierno por equilibrar las finanzas públicas tensionadas. El país asiste a un nuevo ajuste impositivo en la recta final del mandato, con un margen político cada vez más estrecho y un evidente desgaste en la relación entre contribuyentes y Estado.
El proyecto busca cerrar la brecha del presupuesto de 2026 y cumplir con los compromisos de la regla fiscal, incrementando la carga sobre los sectores de mayor capacidad contributiva y sobre algunos consumos específicos. Sin embargo, el énfasis en medidas transitorias, ajustes puntuales y figuras extraordinarias evidencia que se privilegia la urgencia de caja sobre la construcción de un sistema tributario estable y predecible.
El trámite legislativo ha estado marcado por cambios constantes, ponencias sucesivas y la renuncia a varias de las disposiciones más sensibles con el fin de asegurar apoyos parciales. El resultado es un articulado cada vez más fragmentado, donde se acumulan concesiones y se diluye la cohesión técnica necesaria para hablar de una verdadera reforma integral.
Colombia suma así otro capítulo a una larga secuencia de reformas tributarias frecuentes, que corrigen el síntoma fiscal de corto plazo, pero no abordan de manera decidida la estructura del gasto, la calidad de la inversión pública ni la simplicidad del sistema. Ante este panorama, será responsabilidad de la próxima administración replantear el modelo tributario con mayor profundidad.