Nos encontramos a pocos días de iniciar el último bimestre del año, momento en que las empresas ajustan balances, reevalúan proyecciones y afinan estrategias tributarias para el nuevo ciclo. Sin embargo, este año, a diferencia de otros, presenta incertidumbre y dudas que suman a las firmas contables, y en general a al sector empresarial, en un gran desconcierto. 

Al no existir claridad sobre los cambios tributarios que podrían entrar en vigencia para el año 2026, existe confusión sobre cómo actuar. A esta situación se suma el hecho de que el Congreso aún no ha dado señales de una reforma estructural viable por falta de mayorías, mientras que en el poder Ejecutivo se vislumbran posibles decretos que podrían desatar controversias jurídicas posteriores.

Ante este escenario, el ejercicio de planeación se torna complejo. Si bien no es una tarea fácil anticiparse a reglas que aún no existen, si es válido prepararnos desde ya y tomar acciones. Aquí presentamos 4 medidas que las empresas pueden adoptar para adelantar su cierre fiscal:

  1. Revisar saldos y soportes antes de diciembre.
  2. Realizar conciliaciones y ajustar las diferencias contables y las diferencias fiscales.
  3. Almacenar tofos los archivos de forma organizada y digitalizada.
  4. Proyectar impuestos y anticipos para evitar irregularidades en el flujo de caja.

La clave para superar esta incertidumbre será adaptarse ante cualquier eventualidad.