237 – AUDITORÍA PARA PYMES (PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS)

28/08/2015

Antes de desarrollar el tema central del artículo, es relevante tener claro dos conceptos: ¿Qué es auditoría?, ¿Qué es una PYME?

La auditoría de estados financieros es un proceso a través del cual se realizan procedimientos de acuerdo a las Normas Internacionales de Auditoría (NIA) con el objetivo de obtener evidencia suficiente y adecuada, que permita al auditor opinar sobre la razonabilidad de la preparación y presentación de dichos estados. La auditoría proporciona al usuario un alto nivel de seguridad sobre el objeto auditado.

PYMES, de acuerdo a las Normas Internacionales (NIIF para PYMES) son aquellas empresas que no tienen obligación pública de rendir cuentas y publican los estados financieros con propósito de información general para usuarios externos.

En Uruguay, el decreto N° 504/007distingue:

– Microempresas: tienen menos de 4 empleados y facturan anualmente menos de 2.000.000 UI (aprox. USD 220.000)

– Pequeñas empresas: tienen menos de 19 empleados y facturan anualmente menos de 10.000.000 UI (aprox. USD 1.100.000)

– Empresas medianas: tienen menos de 99 empleados y facturan anualmente menos de 75.000.000 UI (aprox. USD 8.200.000)

Adicionalmente podemos mencionar otras características cualitativas que generalmente se encuentran en estas empresas: presentan un esquema informal, carecen de departamentalización, las principales funciones se concentran en el propietario; los controles son escasos –concentrados en la figura del dueño-sin pautas formales de funcionamiento, donde la función contable no se reconoce como un pilar para la toma de decisiones, existiendo en la contabilidad problemas de valuación y de registración en tiempo y forma.

¿Qué particularidades tiene la auditoría de una PYME?

Desde el punto de vista del auditor, el objetivo y el proceso será igual cualquiera sea el tamaño, complejidad y características de la empresa a ser auditada. Esto no quiere decir que todas las auditorías serán planificadas y ejecutadas de la misma manera.

Por las características de estas empresas, es probable que la etapa de planificación sea sencilla e insuma menos tiempo, y también es probable que a priori se determine que no existen controles o bien no se podrá obtener evidencia de su funcionamiento, por lo cual se reducen los tiempos de pruebas de controles. En consecuencia, la etapa de ejecución, a efectos de disminuir el riesgo de auditoría, tendrá una sobrecarga de pruebas sustantivas para obtener un nivel de seguridad razonable a partir de la evidencia recogida, lo que repercute en el costo del trabajo y en la facturación del trabajo realizada.

La opinión dependerá del resultado de los procedimientos realizados, de acuerdo a lo que indican las NIA.

Desde el punto de vista de la empresa auditada, este servicio contribuye a generar una alta seguridad sobre la información contable. Entre los beneficios que la PYME obtiene resaltamos:

– Aumento de la credibilidad de la información financiera y por ello mejora de la credibilidad de la actuación de la empresa

– Aumento de la capacidad competitiva

– Aumento del acceso a financiación externa

– Valor agregado por la mejora en los procesos internos

– Disminución de prácticas fraudulentas o ilegales

La mayor parte de las PYMES en nuestro país contratan el servicio de auditoría para cumplir con obligaciones legales o contractuales, reconociendo el costo de este servicio, y no el valor agregado para la empresa.

En muchos casos, el costo de recibir este servicio puede ser alto para la PYME. Se deberá evaluar en cada caso, si la necesidad que se busca satisfacer con dicho informe no puede ser resuelta mediante la contratación de otros servicios brindados por el auditor.