271 – PRINCIPIO DE EMPRESA EN MARCHA

25/05/2016

En nuestro país, la preparación y presentación de estados financieros se realiza bajo el supuesto de empresa en marcha, de acuerdo a lo establecido en las normas internacionales de información financiera para pequeñas y medianas empresas (NIIF para PYMES aplicables en nuestro país).

El principio contable de empresa en marcha refiere a la permanencia en el futuro de una organización, en la medida que continuará con las operaciones centrales del negocio. Es decir, se trata de una empresa funcionando que no va a cerrar, en el corto plazo.

Cuando una empresa no cumpla tal supuesto, deberá revelar este hecho en las notas a los estados financieros, así como las razones por las cuales no se considera un negocio en marcha.

Existen indicios que nos permiten identificar sucesos o condiciones que nos permiten proyectar una duda importante sobre el supuesto de empresa en marcha. Entre ellos, la Norma internacional de auditoría (NIA) 570 menciona:

  • Posición de pasivos netos.
  • Índices financieros adversos.
  • Perdida de operaciones sustanciales o deterioro significativo en el valor de los activos.
  • Pérdida de mercados importantes, cliente(s) clave o proveedor(es) principal(es).

El papel del auditor

Según la NIA 570, la responsabilidad del auditor es obtener evidencia suficiente sobre la utilización apropiada del supuesto de empresa en marcha, por parte de la entidad al preparar y presentar los estados financieros.

Al planear la auditoría, el auditor deberá considerar si hay sucesos que puedan generar una duda importante sobre la capacidad de la entidad para continuar como un negocio en marcha.

Al identificarse este tipo de sucesos el auditor deberá:

  • Revisar los planes de acciones futuras que se plantee la administración de la entidad y solicitar una confirmación escrita de dichos planes.
  • Reunir evidencia suficiente y adecuada que respalde o descarte la duda generada.

Las distintas opiniones a las que puede llegar el auditor dependerán del nivel de incertidumbre que se haya generado y de la evidencia obtenida. Las conclusiones pueden ser:

  • Abstención de opinión: si existen varias incertidumbres materiales que sean significativas para los estados financieros
  • Opinión con salvedad: si las incertidumbres fueran significativas en menor medida o no afectan a los estados financieros
  • Opinión adversa: Si los estados financieros se han preparado bajo la hipótesis de empresa en funcionamiento, pero a juicio del auditor, la utilización por parte de la dirección de dicha hipótesis no es adecuada.
  • Si la empresa no cumple con el principio de empresa en marcha, los estados financieros se prepararan sobre una base alternativa (por ejemplo valores de liquidación). En este caso el auditor deberá obtener evidencia adecuada y suficiente que permita respaldar los valores de realización de activos y pasivos de la entidad. En determinadas circunstancias el auditor considerará necesario solicitar a la dirección de la empresa que realice una valoración. De acuerdo a la calidad y cantidad de evidencia obtenida será la opinión a emitir.

El 15 de diciembre de 2016 entra en vigencia una nueva versión de la NIA 570. Los cambios apuntan principalmente a dar mayor transparencia en el informe sobre los procedimientos realizados vinculados a este supuesto.