En el mundo empresarial actual, las empresas tienen como objetivo la mejora continua de la excelencia empresarial en un entorno de trabajo global. La gestión de procesos de negocio (BPM) es clave para lograr este objetivo. Es una disciplina que involucra cualquier combinación de modelado, automatización, ejecución, control, medición y optimización de los flujos de actividad empresarial, en apoyo de los objetivos empresariales, sistemas de expansión, empleados, clientes y socios dentro y más allá de los límites de la empresa.
La excelencia empresarial puede estar en varios campos, como el liderazgo en innovación, el liderazgo en costos o la mentalidad de servicio al cliente. BPM significa reingeniería independientemente del tipo de excelencia empresarial de una empresa. Para cumplir con eso, la reingeniería por BPM debe diseñarse en las tres dimensiones de Modelo de negocio, Procesos de negocio y Gestión.
El modelo de negocio define la propuesta de valor y la declaración de valor, es decir, los productos y servicios que se entregarán. Redefinir tal propuesta de valor es una tarea constante, en un entorno que cambia dinámicamente. Es un reflejo continuo de lo que su cliente necesita y le importa («Necesidades») y de lo que usted hace bien («Competencias básicas»).
Los procesos de negocio describen las actividades estructuradas y el flujo de trabajo para una transformación eficaz, transparente y flexible en la creación de valor para el cliente. Además, la gestión en este sentido implica el proceso de toma de decisiones y de inicio del proceso, ya que el sistema debe gestionarse, no se gestionará por sí mismo.
BPM como herramienta de optimización continua significa la gestión del cambio a través de un ciclo de retroalimentación continuo e interminable, que se aplicará en todas las dimensiones según lo descrito anteriormente. Este ciclo de vida se divide habitualmente en los pasos Diseño – Modelado – Ejecución – Monitoreo y Reingeniería.
La complejidad en un BPM aumenta aún más por un entorno global, lo que genera desafíos a través de la distancia y las diferencias en el idioma, las reglas y la cultura.
Por: Thilo Krohn, socio asesor contable internacional, Auren Alemania