Las industrias pueden beneficiarse ampliamente por el enfoque hacia los controles que puede ser llevado a cabo en una auditoría de estados financieros.

En este tipo de auditorías, el auditor no solo concentra su esfuerzo en la validación de cifras e información financiera para ser utilizada en la toma de decisiones y ser presentada ante terceros, sino que también focaliza su trabajo en la evaluación y el control de los procesos internos de la compañía industrial.

De esta manera, un auditor puede identificar áreas críticas de debilidades y oportunidades de mejora en los procesos analizados. Algunos ejemplos de temas identificados mediante procedimientos de auditoría son:

• Fraudes, faltantes o malversaciones de fondos o de stock en inventarios
• Operaciones comerciales o financieras ejecutadas, sin autorización previa
• Concentración de decisiones unipersonales, sin control o análisis
• Contingencias en el compliance de normativas vigentes
• Errores en registraciones o información irregular

Para llevar adelante exitosamente estas auditorías, es indispensable contar con un equipo altamente especializado en control interno, así como la disponibilidad de software apropiado de auditoría, y data analytics. En los últimos años, también se destaca el uso de herramientas de inteligencia artificial para optimizar y automatizar los controles.

Finalmente, las conclusiones de la auditoría son presentadas ante la dirección de la compañía mediante un informe de hallazgos, para poder definir planes de acción de mejora continua.

Por Javier Panno, Quality Manager, Auditoría