El negocio hotelero y el real estate

17/11/2017

Como no podía ser de otra manera con la reactivación económica en este país los inversores vuelven a fijar su mirada en el sector inmobiliario. Ya incluso se empieza a hablar de burbuja, aunque en nuestra opinión estamos muy lejos de poder catalogar los precios de los inmuebles en la actualidad de esa manera.

Es cierto, que el sector hotelero ha estado en el candelero por la irrupción, durante los años de crisis, de la economía compartida (Airbnb’s, HomeAway y similares) poniendo en tela de juicio su modelo de negocio y su rentabilidad futura.

Lo cierto es que 3 años después de esta irrupción, los números no confirman la debilidad del sector hotelero tradicional a pesar de estos nuevos modelos de negocio disruptivos y en donde cada día aparecen establecimientos ofreciendo nuevas experiencias y formas de entender el turismo.

El sector hotelero en España está liderado por grandes cadenas, pero no olvidemos que el sector tiene unas 300.000 habitaciones de las casi 1.800.000 plazas ofertadas. Es decir, también en esto rige la regla de Pareto donde la mayoría del sector está dominado por cadenas pequeñas y medianas.

Es importante reseñar que en los últimos tiempos estamos viendo como se está desdoblando el negocio hotelero es sus dos patas fundamentales: la inmobiliaria y la de servicios. El gran problema que han tenido siempre las pequeñas cadenas ha venido por la falta de recursos para su crecimiento. Poder ganar escala y por lo tanto obtener sinergias propias de las grandes cadenas. Las sinergias fundamentales vienen por el lado de las compras, administración única para todos, comisiones de la central de reservas, etc. Pero claro construir un hotel no estaba al alcance de estas pequeñas cadenas, muchas de ellas familiares y que no disponían ni del crédito ni de los recursos suficientes para ello.

En los últimos tiempos, como comentaba al principio, los inversores en real estate están buscando oportunidades es este sector y les estamos ayudando a confluir los intereses de unos con los de los otros.

Aquellos hoteleros que conocen su negocio y son capaces de obtener buenas rentabilidades se encargan de hacer lo que saben hacer y vienen haciendo durante muchos años. Los inversores se encargan de financiar la compra del inmueble y su transformación (si no es un establecimiento hotelero) o modernización, así como de las inversiones necesarias para su reapertura. Evidentemente la contraprestación de la cadena es el pago de un alquiler y la del inversor la obtención de unas rentas.

Como toda la operación se estudia por anticipado, tanto la cadena como el inversor tienen conocimiento de los riesgos que asumen antes de realizar la operación. En teoría ambas partes reducen sus riesgos ya que el hotelero sabes las sinergias que va a adquirir y los costes de la apertura del nuevo negocio y el inversor es conocedor de la rentabilidad que va a obtener (y desde el primer día) y que no necesita buscar un inquilino ya que el proyecto tiene aparejada la compra y el alquiler en el mismo instante.

Como vemos, cada día el ser pequeño es más una excusa que una realidad para poder hacerse grande. Lo que se necesita es tener ideas, encontrar proyectos atractivos y trabajar para llevarlos a cabo.

Javier Plana, Socio Auren Corporate

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