La grandes ciudades ya han publicado sus planes estratégicos de Turismo. Se incide en la necesidad de que la sostenibilidad sea unos de los pilares en el desarrollo del sector y en la implicación directa del sector privado en materia de sostenibilidad.
En ciudades como Barcelona, cinco ejes estratégicos integran el plan y marcan el camino de las políticas turísticas a seguir:
El equilibrio urbano busca hacer compatible la actividad turística con un modelo urbano sostenible, donde el derecho a la vivienda no se vea alterado por la actividad desarrollada.
No existe otra opción, la ordenación de la actividad turística se ha de hacer de forma que todas las partes implicadas salgan de alguna forma beneficiadas (win-win). La cada vez más incipiente presencia de plataformas colaborativas hacen que la forma de relacionarse, entre las partes, siga esta máxima.
Hosteltul, en su publicación digital del 5 de marzo del 2017, ya comentaba, refiriéndose a airbnb Airbnb, plataforma colaborativa, busca un mundo más tolerante .
En el caso de Barcelona, se ha aprobado el nuevo PEUAT, Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos, para conseguir regular los criterios urbanísticos y de gestión de los alojamientos turísticos (hoteles, viviendas de uso turístico, apartamentos turísticos, albergues o residencias universitarias) y del impacto en los barrios de la ciudad.
La intervención de las partes implicadas ha sido clave para que se vea con cierto optimismo el éxito del plan.
Otro eje estratégico, alineado con el concepto de sostenibilidad, es la necesidad de implicar más agentes donde se persigue activar efectos multiplicadores para favorecer la cooperación empresarial de sectores clave.
El Turismo, debe tener un retorno social y generar valor compartido en el territorio. Este es el objetivo de la ciudad cuando hable de Beneficios para la ciudadanía, como eje estratégico.
Y el eje principal, que transversaliza el resto, es la apuesta por la sostenibilidad. Según el ayuntamiento de la ciudad, el objetivo es incorporar, a temas ambientales, criterios sociales como la calidad de los puestos de trabajo o las relaciones empresariales con el tejido económico local.
Uno de los principales objetivos que se deriva de la aplicación de estos cinco ejes, es la voluntad de que el sector privado se apunte, todavía más, a la visión de la sostenibilidad de forma practica desde un punto de vista medioambiental y principalmente en aspectos sociales, que serán los que, a medio plazo, pueden determinar el consenso entre las partes implicadas para conseguir los equilibrios deseados.
Por una banda, la intención de la administración pública es impulsar a las empresas a que estas sean socialmente más responsables e innovadoras. Por la otra, el sector turístico ya está viendo que no es suficiente con aplicar políticas de mejora de eficiencia energética y medioambiental, sino que uno de los aspectos claves, será la colaboración con el tercer sector para favorecer, mediante la ejecución de la propia actividad, el desarrollo del entorno.
El siguiente paso para todas las partes implicadas en el desarrollo sostenible del sector turístico , es comenzar a trabajar , y aplicar en el negocio, estrategias enfocadas a la gestión integral de riesgos y la valoración de activos intangibles basados en aspectos sociales, que hagan más fácil la alineación de estas con los objetivos propuestos.
Joan Perona, Socio de Consultoría de Auren