Turismo y sostenibilidad: ¿dos conceptos antagónicos?

25/06/2019

Ahora que se acercan las tan esperadas y merecidas vacaciones queremos hacer una reflexión sobre la sostenibilidad de nuestros viajes.

¿Que tienen que ver los viajes con el calentamiento del planeta y el cambio climático? Pues, aunque nos cueste admitirlo, bastante. Es evidente que no es la única actividad humana que ha conllevado esta situación de estrés a nuestro planeta, pero es obvio que la movilidad humana en el último siglo ha comportado el consumo de recursos naturales y la emisión de gases contaminantes a la atmósfera como nunca antes había ocurrido.

Si queremos ser sostenibles con nuestro planeta, ¿debemos de dejar de viajar? No es fácil dar respuesta a esta pregunta, evidentemente, muerto el perro se acabó la rabia, pero, posiblemente, hay alguna otra solución y seguro que tanto nosotros como las comunidades receptoras de nuestros viajes lo agradecerán.

Lo que si que es evidente es que debemos cambiar muchos hábitos de consumo cuando estamos consumiendo ocio. No es justo que el recibir placer y bienestar pueda perjudicar a toda la sociedad. Es necesario que, tanto los proveedores del sector turístico, como los propios turistas, tomen conciencia de la situación y tengan en cuenta qué acciones han de llevar a cabo. Los primeros, integrando la sostenibilidad en su modelo de negocio; los segundos, explorando todas las posibilidades existentes para contrarrestar la contaminación producida.

Los proveedores de turismo, en cualquier eslabón que se encuentren de su cadena de valor pueden llevar a cabo acciones positivas para contrarrestar los impactos negativos que su actividad económica conlleva, pongamos como ejemplo los siguientes:

  •  Incrementar la eficiencia energética de sus instalaciones ahorra recursos naturales.
  • Ahorrar agua potable: instalando los mecanismos necesarios para que su uso sea el estrictamente necesario, recuperando agua de primer uso para lavar, regar etc. Reduciendo los kilos de ropa sucia diariamente (cuantas veces hemos dejado la toalla de baño colgada para ser reutilizada y nos la encontramos cambiada por otra limpia) etc. El servicio necesita formación y los usuarios información.
  •  Reducir la contaminación por causa de transporte: eficiencia en los recorridos, utilización de la energía eléctrica etc.
  •  Reducir los envases de plástico de un solo uso.
  • Controlar los deshechos producidos en el restaurante adoptando estrategias de cero o bajo desperdicio en comida.
  • Contratar personal laboral con un sueldo justo por el trabajo que realizan y con un horario acorde con los convenios y costumbres de cada lugar.
  • Contratar personal con discapacidad o que pueda estar en peligro de exclusión social, dada su situación personal.
  • Aplicar políticas de contratación de proveedores. Esto quiere decir que solamente se contratará con aquellos suministradores de productos o servicios que puedan acreditar que cumplen con determinados requisitos de sostenibilidad semejantes a los que el contratador aplica.
  • Contratar tanto de productos como de servicios de km cero, es decir dando oportunidades de crecimiento económico a las comunidades donde radica la actividad; en este caso la formación a efectuar puede ser fundamental.
  • Establecer vínculos con las comunidades cercanas a la actividad y reinvertir en ellas parte de los beneficios obtenidos gracias a los recursos (naturales, culturales, personales etc.) que estas comunidades ofrecen a los visitantes.
  • Informar a los viajeros de que acciones han de llevar a cabo para que su impacto negativo en el lugar que visitan sea el mínimo imprescindible, dar ideas y opciones para que el impacto se convierta en positivo.
  • Etc.   

Hay muchas posibilidades para contrarrestar el impacto negativo de los desplazamientos, y estos son solamente algunos ejemplos. Cada uno, teniendo en cuenta sus circunstancias específicas, puede aplicar aquellas que tengan un resultado mas eficiente. En un principio, la implantación de la estrategia sostenible en un negocio puede conllevar una serie de inversiones o gastos que afecten a la rentabilidad a corto plazo, pero, sin duda alguna, el retorno está garantizado.

Nuestra sociedad está caminando hacia una mayor concienciación en la sostenibilidad, por lo que sin duda, puede ser un factor diferenciador de la competencia, los turistas seguro que agradecerán cualquier sugerencia para mejorar nuestro planeta y sobre todo los destinos turísticos que tanto placer les han proporcionado.

M. Eugènia Bailach, Socia de Auditoría Auren 

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