España es un país que atrae turistas de muchas nacionalidades. La mayoría de ellos lo hacen buscando nuestro sol y playas y lo hacen fundamentalmente desde otros países europeos donde el sol solo aparece tímidamente unos pocos días al año.

Pero hay otros turistas que empiezan a conocer España y que nos visitan buscando nuestras raíces, folclore, gastronomía, cultura y también compras.

Es todavía un turismo poco importante en términos relativos, alrededor del 3%, pero muy importante en cuanto a la cantidad de dinero que se deja per cápita.

Es el turista asiático que viene de China, Corea y Tailandia.

Es un tipo de turismo que interesa pero que no vale cualquier cosa. Tenemos que adaptarnos tanto en calidad como en idiomas, que ha sido una de nuestras asignaturas pendientes sobre todo en la ciudad.

Todavía son pocos en valor absoluto, cerca del 3%, pero ahora es cuando hay que iniciar nuestra adaptación a este tipo de turistas sin dejar de atender a los tradicionales. No es un cambio de modelo sino una mejora del mismo.

Los grandes operadores del comercio y las marcas de lujo están presionando al Gobierno para que facilite la obtención de visados y conexiones aéreas.

Las ciudades también se están adaptando creando aplicaciones, introduciendo medios de pago utilizados en estos países, contratando personal nativo, etc.

También se están notando las grandes inversiones provenientes de inversores asiáticos en España y no solo en el mercado inmobiliario que siempre es el primero en notar los efectos sino también en cadenas hoteleras como el último anuncio de Wanda en Marina D’Or en Oropesa sino en clubes de futbol, tanto con la contratación de futbolistas, como patrocinadores como invirtiendo directamente en el capital de las SAD.

Javier Plana
Socio de Auren Finanzas Corporativas