La adquisición de empresas por parte de compradores industriales

16/02/2018

En los últimos años, las empresas españolas han tenido que adaptarse a un mercado cada vez más globalizado y competitivo en un entorno de crisis en España que les ha obligado a evolucionar rápidamente. Es bien conocido el reciente éxito de la actividad exportadora de nuestras empresas, que ha demostrado la alta competitividad de las mismas.

Otro de los cambios que se observa, quizá menos conocido, es la voluntad -cada vez mayor- de nuestras empresas para crecer vía adquisiciones, así como el mayor interés por parte de empresas internacionales de adquirir empresas en nuestro país. En los últimos diez años,  el saldo acumulado de inversión directa en el exterior de las empresas españolas ha pasado del 28% del PIB al 48% actual.

En este artículo vamos a comentar los procesos de fusiones y adquisiciones desde el punto de vista del comprador, poniendo el foco –principalmente-, en el comprador industrial versus el financiero o de capital riesgo.

Los motivos para la adquisición de una empresa dependen mucho del tipo de comprador, del sector, así como de las características específicas de la empresa a adquirir. En el caso de fondos de capital riesgo, la tesis de inversión va ligada a un proyecto de crecimiento y creación de valor para los próximos años. Dicha creación de valor se puede basar en mercados en expansión, sectores atomizados con claros procesos de consolidación, escalabilidad del modelo de negocio, internacionalización o cambios normativos que favorecen la concentración, entre otros. Una vez adquirida la compañía, el crecimiento puede venir de manera orgánica o inorgánica.

En el caso de compradores industriales, los motivos por lo que se abordan adquisiciones suelen estar inspirados en la voluntad de aprovechar las oportunidades que un crecimiento vía adquisiciones ofrece desde el liderazgo. Por ello, las compañías adquirentes suelen contar con potentes equipos de gestión, modelos de negocio probados y de éxito, visión estratégica de largo plazo y, como decíamos antes, voluntad de liderar en primera persona el futuro.

Sin embargo, cuando un empresario o un equipo directivo decide por primera vez abordar un proceso de adquisición de otras empresas, suelen surgir muchas dudas al respecto, fundamentalmente relacionadas con el cómo y el cuánto. Estas dudas surgen tanto en procesos organizados en los que la empresa es invitada a participar, como en procesos promovidos proactivamente por la empresa.

Respecto del cómo, las principales dudas son acerca de las fases del proceso, la aproximación a las compañías, la información a solicitar, cómo plantear una oferta, qué condiciones debe recoger dicha oferta, que proceso hay que seguir después de llegar a un acuerdo hasta la inversión, etc.

El problema con el cuánto estriba, fundamentalmente, en la dificultad de establecer el valor de la compañía a adquirir, así como en la evaluación de otros aspectos estratégicos, de competencia y de otra índole que pueden afectar al precio a ofertar.

Por todo ello, a la hora de abordar un proceso de compra es recomendable, entre otras cosas, contar con una estrategia clara y unos objetivos a conseguir con la adquisición definidos, ser capaz de evaluar el impacto de la adquisición en ventas, costes, sinergias, determinar los riesgos, tener claras las líneas rojas en la transacción, etc.

Otro aspecto para tener muy en cuenta es que estos procesos de adquisición suelen ser muy absorbentes y, si no se planifican adecuadamente, distraen muchos recursos de gestión que normalmente son necesarios para el día a día, y que pueden afectar negativamente en la marcha de la compañía.

En Auren Corporate, desde nuestra experiencia como asesores financieros acostumbrados a trabajar para las empresas en estos procesos, consideramos que contar con ayuda especializada es clave ya que maximiza las posibilidades de llevar a buen término la adquisición.

Manuel Uríbarri, Socio Auren Corporate 

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