El sector de la alimentación saludable está experimentando en los últimos años un fuerte crecimiento a nivel mundial, del que España es también partícipe, tanto desde el lado de la oferta (especialmente) como de la demanda (más lentamente).

Varios son los motivos que impulsan esta realidad, entre los que se encuentran:

• Necesidad social: el sobrepeso / la obesidad se han convertido en males endémicos de las sociedades occidentales, según queda de manifiesto en múltiples estudios. Algunos datos a modo de referencia:
  • Más del 70% de los millenials británicos tendrán sobrepeso u obesidad entre los 35 y los 44 años.
  • En España, más de la mitad (53%) de la población adulta está por encima de su peso ideal; este % es del 41% en el caso de los niños de entre 6 y 9 años.

• Incremento de la oferta:
  • Cadenas de distribución como Carrefour, Auchan o Mercadona están incrementando los metros de lineal dedicados a este tipo de productos. También están apareciendo cadenas de distribución 100% especializadas como Eco Veritas, Herbolario Navarro o Bio C’est Bon.
  • Fabricantes como Campofrío, SOS Cuétara, Calidad Pascual, Liquats Vegetals, etc. están ampliando notablemente la gama de este tipo de productos.
  • Aparición de restaurantes (en algunos casos restauración organizada) veggie, ecológicos o saludables.

• Iniciativas de organismos públicos y/o asociaciones empresariales: p.ej. el “Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de los Alimentos y Bebidas” promovido por el Ministerio de Sanidad y la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), los impuestos aprobados sobre las bebidas azucaradas o el rechazo de la distribución a los alimentos que contienen aceite de palma.

Desde el lado de la demanda, España se está sumando con cierto retraso a esta tendencia, en comparación con otros países de nuestro entorno (fundamentalmente europeo), donde el consumo de este tipo de productos está mucho más extendido desde hace tiempo.

A modo de referencia, la demanda de alimentación ecológica en España era en 2014 algo superior a €1.000M, cuando en Alemania esta cifra superaba los €8.000M , en Francia rondaba los €5.000M, en Suiza los €2.000M y en Suecia los €1.000M, en estos últimos dos casos países con poblaciones de ~8  y ~10 millones respectivamente, claramente por debajo de España.

Desde el lado de la oferta, nuestro país es líder europeo por miles de hectáreas destinadas a este tipo de producción, por delante de países como Italia, Francia o Alemania. Son muchas las compañías de nuestro país que están experimentando crecimientos muy elevados impulsados por su implantación en cadenas de distribución de países del centro y norte de Europa. Además, se trata de un crecimiento de ingresos acompañado de tasas de rentabilidad muy positivas, dado que el consumidor europeo de este tipo de productos está dispuesto a pagar un diferencial de precio relevante por adquirir un producto de estas características.

Atendiendo a los subsectores que se están beneficiando de estas tendencias, merece la pena destacar, entre otros:

• Producción de frutas y verduras: Muchas veces se ha calificado a España como la huerta de Europa y esto se ha consolidado así también en los productos ecológicos.

• Industria de los superalimentos: productos como la quinoa, la chía, el kale, algas, arándanos, se están haciendo un hueco en la cesta de la compra. Firmas como Grupo Siro, SOS Cuétara, Fruselva, BioGras (“El granero integral”) basan una parte o toda su estrategia en este tipo de productos con notable éxito (algunas de esta compañía están participadas o lo han estado por fondos de capital riesgo, que han detectado el potencial de crecimiento de las mismas).

• Productos dietéticos: incluye los complementos alimenticios, alimentos para trastornos metabólicos y nutrición enteral, dietas hipocalóricas o hierbas medicinales. Este sector alcanzó un tamaño en España de €965M en 2017, con un crecimiento anual del 7%, repitiendo el crecimiento alcanzado en 2016.

• Productos diversos que incorporan elementos saludables: compañías consolidadas en la alimentación generalista están incrementando el ritmo de lanzamiento de productos que incorporan elementos saludables. Por ejemplo, Adam Foods (galletas), Calidad Pascual (leches y otras bebidas vegetales), Campofrío (salchichas o elaborados cárnicos), Cuétara (galletas), Danone (lácteos), Pastas Gallo (pastas), Gullón (gatellas) y muchos otros más.

A modo de conclusión, las compañías que basan su estrategia en la alimentación saludable tienen por delante años de crecimientos significativos que, si son aprovechados adecuadamente, les granjearán grandes éxitos.

Recientemente hemos sido testigos de varias operaciones corporativas (compras o ampliaciones de capital) en nuestro país que muestran cómo este tipo de compañías atraen la atención de inversores financieros o compradores industriales que quieren beneficiarse de esta tendencia de crecimiento durante los próximos años. 

Este tipo de operaciones pueden permitir a las compañías la aceleración de su crecimiento o, en otros casos, permitir el traspaso de las mismas desde sus fundadores a fondos de capital riesgo / inversores / grupos industriales que tienen la capacidad de acompañarlas en una fase de fuerte crecimiento, con las implicaciones en necesidades de capital y gestión que ello requiere.

Sergio Cerdán García, Socio Auren Corporate.