Turismo Sostenible – Por un crecimiento inclusivo

22/05/2017

En destinos turísticos como las Islas Baleares empieza a sentirse cierto agotamiento y descontento entre los residentes. Vemos incrementarse los precios de las viviendas, las carreteras están a rebosar de coches de alquiler y ciclistas, no se encuentran muelles para las embarcaciones de recreo, es difícil transitar los días de llegada de cruceros, y nos acordamos de Venecia.

Indudablemente la sostenibilidad del turismo no solo afecta al medio ambiente sino también a los ciudadanos, especialmente cuando repercute en su estándar de vida, la mejora en la situación económica mundial y la crisis en los países árabes han generado una mayor actividad en el sector hotelero, pero también en el alquiler vacacional y en otro tipo de turismo al que no estábamos habituados.

El Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) cifra el aumento del turismo en el 2016 en el 3,9% con un total de 1.300 millones de turistas y espera que para el 2027 se alcancen los 2.000 millones de turista en el mundo.

La sostenibilidad no responde solo al medio ambiente, debe garantizar un crecimiento armónico de la economía local, que ofrezca mejores condiciones de vida a los habitantes del lugar. Ha de ser un crecimiento inclusivo que evite las externalidades que han ido creando lo operadores. Es indudable que el éxito del turismo como negocio se está difundiendo en otros ámbitos de la economía, al favorecer el empleo con 300 millones de puestos de trabajo directos e indirectos, además de inducir negocios complementarios.

El problema en estos momentos reside en no dejar que se entre en una dinámica negativa por parte de la población local y que arrebate el futuro de muchos negocios. En una sociedad abierta la racionalidad en la toma de decisiones debe ser la bandera, y la gobernanza del sector tendría que empezar a conocer las dificultades con las que se encuentra la población local en su día a día para tratar de mejorar y hacer sostenible el crecimiento.

Los costes sociales y medioambientales del turismo deberán ser medidos en cada zona, para que por un lado sean conocidos por los ciudadanos y más tarde, una vez cuantificados, pagados por los operadores y también con los impuestos. No se pueden dejar de abordar estos costes, ya que de hacerlo corremos el peligro de que pensemos que el modelo de Venecia no nos conviene. En esta ciudad gran parte de la población ha salido a vivir a otros lugares, por los costes de vida y las incomodidades. Nuestros jóvenes deben poder vivir en sus ciudades y si la vivienda se encarece por la llegada del negocio de los apartamentos turístico habrá que buscar soluciones, que pasan por un consenso entre todos, no es solo responsabilidad de los gobiernos.

Una solución es la de incrementar los precios en los servicios, para reducir la demanda y mejorar la calidad. Al repercutir los costes previamente soportados por los operadores, se ajustará la demanda a la oferta gradualmente, sin perjuicio de adoptar otras medidas de ordenación y gestión públicas, que también serán necesarias.

Ignacio Esteban, Socio coordinador Auren Turismo

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