El mundo laboral atraviesa un dinamismo constante, donde la agilidad, la tecnología y la diversidad son claves para el crecimiento y la productividad.   

Sin dudas, la tecnología aumenta la productividad de los procesos y los equipos de trabajo. Permite poner el foco de los colaboradores en agregar valor y a través de la tecnología hacer eficiente sus operaciones.

La agilidad es también importante para la mejora de la productividad, y la época de pandemia potenció la utilización de la tecnología. La combinación de ambas hace a las empresas más agiles para afrontar cambios y adaptarse rápidamente.

El impacto de la era digital ha generado nuevas formas de trabajo, nuevos procesos, nuevas maneras de relacionarse y resultados productivos. Esto se refleja también en la nueva generación digital de talentos, jóvenes hiperconectados, ágiles e innovadores en el mundo laboral.

La productividad está asociada a personas, tecnología y procesos, la combinación de todas. Es importante entender que la diversidad es una fuente de riqueza.

Las organizaciones necesitan de las personas para cumplir sus objetivos, procesos y tareas, y las personas necesitan de las tareas y logros, reconocimiento, confianza, oportunidades y evolución para lograr sus resultados y productividad.

Las empresas deben ser inclusivas a fin de lograr en sus miembros responsabilidades, compromiso, opinar y moverse con confianza, libertad para trabajar.

La diversidad permite focalizar en el talento, en sus capacidades más allá de las diferencias. Por lo tanto, las empresas que lleven en su ADN la diversidad potenciaran la eficiencia de sus equipos.

Las empresas que se destaquen en el futuro serán las que cuenten con los mejores talentos apoyados en la tecnología y los procesos.

Por Luis Salerno, Socio de BPO de Auren