Son pocas las empresas que tienen la capacidad de ser exitosas llevando adelante un negocio en maduración y al mismo tiempo innovar para generar la renovación.

Esta doble búsqueda de estabilidad e innovación plantea una paradoja fundamental para todo tipo de organización e industria y pone a ejecutivos y empresarios ante un desafío mayúsculo, hoy más que nunca que están ante un contexto de negocio volátil, incierto, complejo y ambiguo, VICA.

Las organizaciones que lo logran se llaman organizaciones ambidiestras (término acuñado por Tushman y O’Reilly). ¿Cómo lo hacen? Estas empresas lo logran porque llevan a cabo dos procesos paralelos y gemelos. Por un lado, el proceso inducido, que incluye aquellas iniciativas asociadas a darle continuidad y éxito al negocio en maduración; y por otro lado, está el proceso autónomo, que aglutina aquellas iniciativas vinculadas con salir fuera de la organización, a buscar nuevos conocimientos, nuevas capacidades, nuevos puntos de vista… a buscar la innovación, ¡la disrupción!

Este proceso autónomo tiene que tener una característica muy importante y es que tiene que ser capaz de independizarse de la dinámica del negocio en maduración. Es lo que llamamos Innovar en la Frontera. De esta forma, aumentan las probabilidades de éxito considerablemente. ¿Qué significa innovar en la frontera?

Quiere decir armar un equipo que probablemente dependa del gerente general, o del Directorio, que va a tener su propia estructura, su propia capacidad, sus propios conocimientos, sus propias ideas, su propia cultura y que la organización que administra el negocio en maduración va a estar al servicio de la nueva organización, que va a ser la responsable de crear la disrupción, y no a la inversa.

Esto es así porque lo que estamos buscando es generar ese germen que va a generar la propia destrucción de la organización tradicional para asegurar la sustentabilidad a largo plazo.

Es lo que hace la división de electrodomésticos de General Electric, que creó First Build, una compañía totalmente independiente con un modelo de innovación abierta 100%. Lo que hace General Electric es experimentar, aprender y después llevar esas prácticas a la organización tradicional. Lo interesante es que lo hace ganando plata.

Innovar en la frontera aumenta considerablemente las probabilidades de éxito para las Organizaciones que se animan a ser ambidiestras. La pregunta es si en el contexto de negocios que nos toca vivir hay opción para las empresas de no ser ambidiestra.

Por Sebastián Inchauspe, Socio de Estrategia e Innovación de Auren