La transformación requiere “sumergirnos” en la cultura organizacional

19/06/2020

Cuando nos adentramos en la cultura de una organización, nos encontramos con un universo complejo, conformado por la vida misma de quienes fueron y aún son parte de su historia.

Como consultores, sentimos una gran responsabilidad, ya que se trata de comenzar a poner en palabras lo más profundo del ser de la empresa, y esto requiere de un genuino respeto y de un tratamiento cuidadoso de toda la información relevada. Es necesario este nivel de implicancia en el análisis cuando se buscan cambios duraderos en la manera de hacer las cosas. Lo sustentable emerge desde lo más profundo de la organización, hacemos como somos y nuestras acciones se traducen en resultados de diverso orden, incluso económicos.

Bucear en los relatos que encierran creencias, conflictos, valores, héroes y villanos históricos, comienza a explicarnos muchos de los comportamientos del presente que impulsan y bloquean los necesarios procesos de cambio. Si bien es posible hacer mejoras actuando sólo en la superficie del iceberg organizacional (es decir, en las prácticas visibles y otros artefactos, como los denomina Schein), estos cambios serán de un orden incremental, pequeños saltos o ajustes con menor impacto y sustentabilidad.

¿Cuántas veces vemos que se cambia un proceso, se implementa una herramienta o se ponen en marcha ceremonias ágiles, para que nada cambie? Es que los procesos de adopción no se resuelven sin un enfoque integral que tenga en cuenta a las personas y el trasfondo cultural. Parece sencillo, y muchas veces se minimizan los impactos de dejar para el final lo que debió tener prioridad desde el comienzo.

Sabemos que nuestros clientes necesitan mucho más que cambios superficiales cuando se trata de transformarse de manera sostenible. La empresa, como un solo organismo, necesita adquirir las habilidades organizacionales que le permitan poner en marcha un proceso virtuoso de aprendizaje, y esta es una competencia fuertemente fundada sobre la base de una cultura que genera los contextos y comportamientos requeridos por la estrategia de negocio.

No olvidemos lo que expresa claramente Peter Drucker al decir que “la cultura se come a la estrategia en el desayuno”. Así como es verdad que nuestro ser se manifiesta en el hacer, también es cierto que no será posible poner en marcha un cambio estratégico profundo si la cultura no impulsa a las personas, ni genera los contextos adecuados para que todo suceda.

Por José Saha, Director de Consultoría en People and Transformation

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