¿Qué pasa si subcontratamos nuestro control?

01/11/2021

«Eso sería un poco loco, quien quiera que sea nuestro controlador tiene que ser un empleado de nosotros y tiene que ser interno, cualquier cosa diferente sería absurdo …»

Bueno, eso no es lo que piensan algunos de nuestros clientes hoy en día. Da la casualidad de que las empresas emergentes se centran en gran medida en el crecimiento y están dispuestas a pagar o afrontar casi cualquier coste a cambio de dicho crecimiento. En tales condiciones, pueden correr riesgos mayores que los de otras empresas y, en particular, son mucho más creativos que otras empresas.

En este escenario de creatividad, pueden pensar en tener una figura fuerte a cargo de determinadas funciones, en este caso el trabajo de contraloría, sea empleado o no, solo buscan la calidad del resultado. La contraloría es una actividad amplia dentro de la empresa por lo que algunas de sus actividades pueden ser tercerizadas, es decir, asegurar la calidad de las cifras financieras, la adherencia a las NIIF y el cumplimiento tributario, entre otras.

¿Qué hacemos? Ejecutamos contabilidad (es decir, registro de transacciones); revisar los registros contables (de un ERP); analizamos ítems específicos para asegurar el cumplimiento de las NIIF, podemos reservar y dar seguimiento; calculamos los impuestos y determinamos los montos que se mostrarán en la declaración de impuestos correspondiente o podemos supervisar los cálculos, nos enfrentamos a los auditores en el proceso anual, y muchos otros deberes. ¡Somos el controlador de algunos de nuestros clientes!

Hemos tenido éxito en estas actividades. Hemos recorrido el camino para convertirnos en unicornio y, ¡lo volveremos a hacer!

Abraham Arcos, socio de Auren México

  • Servicios

  • Sectores