Proyecto que suspende por 180 días la constitución e inscripción de Sociedades Simplificadas.
Las SAS funcionan en el país desde el 2017 por la Ley de Apoyo al Capital Emprendedor (LACE). Es un modelo societario que permite crear una empresa de manera rápida, vía online y con un aporte de capital equivalente a dos salarios mínimos. No requiere de una “sociedad” propiamente dicha sino que puede ser conformada por una sola persona. El modelo favoreció la creación de empresas y le abrió camino a muchos emprendedores.
Este año el gobierno busca suspender la constitución digital de las SAS, en principio por 180 días, mediante un proyecto de ley que obtuvo dictamen de la Comisión de Legislación General.
Este proyecto es un retroceso en el proceso de modernización y eficiencia del Estado. Por un lado, se agrega una mayor carga burocrática con la creación del Registro Especial de Emprendedores, que llevaría la SEPYME. No se entiende cuál sería su utilidad puesto que los datos de los socios ya estarían registrados en el Registro Público de Comercio.
Eventualmente, la SEPYME podría rechazar la inscripción en el Registro de algunos emprendedores. Este esquema le daría un poder extraordinario, que hasta ahora no tiene, y que fortalecería al organismo nacional, en detrimento de los Registros de cada provincia o jurisdicción.
Además, se vuelve a suspender por 180 días la posibilidad de hacer los trámites online. Resulta paradójico que justo en época de aislamiento, esta norma vuelve obligatorio nuevamente al uso del soporte en papel.
Por último, no deja de llamar la atención que estos cambios afectan significativamente un nuevo esquema societario que el mismo Congreso Nacional había establecido hace tan solo 3 años. Inclusive con efecto retroactivo para todas las SAS ya constituidas.
En este caso, el Estado no está facilitando uno de los requisitos para promover el desarrollo de nuevos emprendimientos y el crecimiento de la economía, que es la estabilidad de la normativa a cumplir.
Por Javier Panno, Quality Manager de Auren