Esta crisis supone un reto existencial para todo el mundo que exige importantes medidas para llegar una solución futura.

Hoy estamos todos en nuestras casas con una incertidumbre muy grande sobre los efectos humanos y económicos que nos dejará el Coronavirus en el futuro.

Estamos viviendo y luchando contra un virus, un enemigo nuevo, desconocido e invisible, que se multiplica cada semana. Capaz los humanos no estábamos preparados para enfrentar lo impredecible y novedoso. Pero es una lucha que genera grandes efectos económicos, pero principalmente genera miedo, angustia y víctimas humanas.

Hay 3 pilares fundamentales frente al coronavirus: Lo humano, el costo económico y las políticas de salud.

Respecto al aspecto humano, somos muchos que lo priorizamos sobre lo económico, comprendiendo o no la situación, lo procesamos por nuestra propia conciencia y decidimos quedarnos en nuestras casas e impulsar a otros que lo hagan. Todavía quedan algunos que por desconocimiento o por no procesarlo internamente no cumplen con el protocolo, siendo estos los más peligrosos para los efectos humanos del futuro. Debemos ayudar a los médicos, policías y personas indicadas públicamente en el control si vemos algunas de estas personas que lo incumplen.

La clave es aplacar la curva de contagios para evitar que continúe el colapso del sistema sanitario, y por consecuencia los efectos económicos. Esto requiere el aislamiento social, cumplir medidas sanitarias y la solidaridad con los otros.

Por otro lado, a nivel económico parece increíble que no exista ningún órgano internacional que frente a casos de pandemia o algo que pueda afectar al desarrollo humano y económico mundial tenga el poder político para que todos los países actúen de la misma manera, con el mismo protocolo.

Gracias a dios, la mayoría de los países parece estar apoyando priorizar la salud humana sobre lo económico. si lo hacemos de esta manera es probable que después del efecto coronavirus empecemos a conversar en esta dirección: priorizar la calidad de vida u ajustar la economía a esto.

Frente a estos casos, donde esta en juego la vida o la muerte de personas a nivel mundial los lideres no deberían actuar como si fuera una guerra, donde matan o muere mas gente para tener más poder territorial. En este caso tienen más dinero como consecuencia de la muerte de las personas. La prioridad son las personas.

Entonces, cada uno de nosotros, los líderes y organismos mundiales ¿nos pondremos de acuerdo en priorizar la vida sobre la economía o viceversa? La respuesta a esta pregunta vale posiblemente más que cualquier avance tecnológico o innovaciones, ya que de ésta depende la importancia de la vida de un ser humano o la riqueza de un país.

Por Fernando Tezanos Pinto, Presidente de Auren Argetina