LA GESTIÓN DE COMPRAS DE VALOR AÑADIDO Y LA UNE 15896

19/03/2018

La función de compras es una de las áreas estratégicas de cualquier compañía que más relevancia tienen dentro de su estructura organizacional. El departamento de compras está evolucionando continuamente en los últimos años y así, el valor que aporta a la compañía. Dentro de este contexto, la Norma UNE 15896 de gestión de compras de valor añadido tiene el objetivo de certificar el grado de excelencia de la función de compras de cualquier empresa, y lo que es más importante, identificar potenciales áreas de mejora en las que la compañía debe poner el foco.

Cuando una organización se plantea mejorar sus márgenes, habitualmente se piensa en optimizar los procesos vinculados a la “esencia del negocio”, intentando aumentar la productividad, reducir el defectivo, incrementar la capacidad de máquina, etc. No obstante, no convertiremos nuestra organización en una estructura de alto rendimiento, a menos que también nos enfoquemos a las actividades de apoyo.

La actividad de compras se sitúa en las denominadas actividades auxiliares, ya que proporcionan los factores de producción y la infraestructura que posibilita el funcionamiento de las actividades primarias (logística, producción, servicio, etc…

Si existe un sector en el cual las compras tienen una incidencia importantísima en el margen sobre el producto vendido, ese sector es el alimentario. Es por esta razón por la que cada vez más empresas consideran esencial el disponer de una estrategia de compras perfectamente integrada con la estrategia global de la compañía.

Estamos asistiendo a un cambio de paradigma según el cual el departamento de compras está evolucionando de ser un simple selector de proveedores, negociador de precios y/o gestor táctico de la operación de compra de los materiales o servicios directos, a ser el coordinador de la integración del proveedor en la cadena de suministro de la empresa. Por lo tanto, nos hacemos la pregunta: ¿cuál es la transformación que han de tener las compras para pasar de un punto de vista clásico, a un punto de vista actual?

Si las compras en el modelo clásico tienen un efecto directo en la reducción de costes y la gestión de inventarios, con un impacto claro en los aspectos financieros y operacionales, en el modelo actual compras pasa a tener una importancia mucho más estratégica, siendo el departamento clave para realizar una correcta integración de los proveedores en la cadena de suministro, y convirtiéndose en un elemento clave de competitividad de la empresa, así como de diferenciación de la competencia y de valor añadido.

Como comentábamos anteriormente, en septiembre de 2015 se publicó la Norma UNE 15.896 “Gestión de Compras de Valor Añadido”, con un objetivo claro: mejorar la gestión de estas áreas para optimizar recursos, impulsar la competitividad y la eficiencia y reducir costes.    Esta norma habla también de cómo articular las relaciones con los proveedores desde un punto de vista estratégico y táctico, de forma que se establezca un vínculo que permita que ambas partes apuesten, de forma conjunta por el desarrollo de sus organizaciones.

Por último, explica cómo se deben orientar las acciones del departamento, hacia una mejora continua teniendo en cuenta, además, cuestiones medioambientales, éticas y de sostenibilidad. Desde la división de consultoría de Auren, hemos tenido la oportunidad de ayudar a nuestros clientes del sector agroalimentario a implantar la Norma UNE 15896, y hemos podido comprobar cómo ayuda a las organizaciones que la adoptan en aspectos tales como:

  • Establecimiento de Objetivos Estratégicos del departamento de compras alineados con los objetivos globales de la empresa.
  • Medición y Seguimiento de los indicadores establecidos para medir si se alcanzan los objetivos.
  • Gestión del conocimiento del Área de Compras y compartir ese conocimiento de forma transversal en la organización.
  • Participación de compras en los Comités Estratégicos de la Compañía.
  • Propugna la profesionalización y gestión del talento de las personas del departamento favoreciendo el desarrollo de la carrera profesional de las personas.
  • Obliga a tener en cuenta criterios éticos y de transparencia.
  • Identifica y minimiza ineficiencias en la operativa diaria.

Por todo ello, animamos a todas las organizaciones a emprender un camino por el que ya caminan muchas organizaciones, el del destierro de la palabra “auxiliar” para referirse a ciertos departamentos y en la búsqueda de la optimización y mejora de los procesos que en ellos se llevan a cabo. Cuando además existen  herramientas para avanzar en ese camino, tales como la Norma UNE 15896, aprovechémoslos.

 Arturo Sampedro Moral, Socio de Auren Consultores.

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