Consideraciones sobre el negocio en marcha por el impacto de la pandemia COVID-19

29/07/2020

Existen muchos factores que pueden afectar la capacidad de las Sociedades para continuar como un negocio en marcha. Estos factores incluyen el tipo de industria y el área geográfica de sus operaciones, su liquidez, así como la salud financiera de sus clientes y proveedores y la solvencia de la Sociedad. Como resultado de la pandemia de COVID-19 y el deterioro del entorno económico, la reducción de los ingresos y los flujos de efectivo pueden generar dudas sobre la capacidad de las Sociedades para cumplir con sus obligaciones actuales o futuras.

Esta situación nos da una alerta para trabajar con las Sociedades en su funcionamiento incluidos posibles impactos:

  • Las responsabilidades de la alta dirección con empresas en funcionamiento;
  • Los procedimientos de estimación de riesgos y evaluación de la dirección sobre la capacidad de las Sociedades para continuar como negocio en marcha;
  • Se requieren procedimientos adicionales cuando se identifican eventos o condiciones que pueden poner en duda la capacidad de las Sociedades para continuar como negocio en marcha;

Responsabilidades de la alta dirección:

  • Estimación de la capacidad de la Sociedad para continuar como negocio en marcha;
  • Hacer un juicio en un momento en el tiempo sobre los resultados futuros de eventos inherentes o inciertos.
  • El grado de incertidumbre asociado al resultado de un hecho o de una condición.
  • El tamaño y complejidad de la Sociedad, la naturaleza y condiciones de sus negocios y el grado en el cual es afectada por los factores externos.

Es probable que la pandemia COVID-19 tenga implicaciones significativas para las economías y mercados globales para ciertas industrias, tal como el de hotelería y los viajes, comercio minorista, etc. La recesión dará como resultado un aumento significativo, tanto en el volumen como en la gravedad los eventos y condiciones que, en algunos casos pueden poner en duda la capacidad de una Sociedad para continuar como un negocio en marcha. Sin embargo, esto no significa necesariamente que exista automáticamente una incertidumbre material: el mayor riesgo es sin duda la capacidad de una Sociedad para continuar como negocio en marcha dependerá de la naturaleza y las circunstancias de la Sociedad, incluidas dentro del entorno en el que opera.

La pandemia COVID-19 ha provocado la introducción de medidas de salud pública en muchos países lo que ha conducido al cierre temporal de negocios no esenciales o un cambio en modelo de trabajo realizándolo desde casa.

Es probable que muchas empresas se vean afectadas negativamente por esto.

Las medidas que requieren el cierre temporal de negocios no esenciales han conducido en muchos casos a menores ventas si la Sociedad no puede compensar cualquier déficit a través de las ventas en línea. Y es probable que la demanda en estos momentos y después de la pandemia cambie algunos productos o servicios.

Es probable que las valoraciones de activos, dada la incertidumbre actual en los mercados locales y globales, sean más complicados y difíciles de realizar.

También es probable que las valuaciones basadas en flujos de efectivo proyectados sean significativamente más difíciles ya que desarrollar modelos robustos para los flujos de efectivo en el futuro pueden ser muy complicados dada la incertidumbre y volatilidad actual.

Cuando una Sociedad en funcionamiento puede haber dependido del lanzamiento inminente de un producto o servicio, su retraso puede tener un impacto muy importante en detrimento en la capacidad de la Sociedad para continuar como negocio en marcha.

Los tipos de cambio han fluctuado significativamente. Es posible que las Sociedades con transacciones en moneda extranjera significativas necesiten tomar en cuenta pérdidas (o ganancias) inesperadas, en contratos de venta, cuentas por cobrar o deuda denominada en moneda extranjeras o en contratos forward u otros derivados.

Las Sociedades deberán determinar si existe un riesgo de crédito significativo de la contraparte, es decir, cuándo la empresa tiene activos financieros significativos y si la contraparte tiene la intención o puede cumplir con el contrato.

Oscar José Polin Hinojosa

Socio de Auditoría Auren

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