Los esquemas tradicionales para generar negocios solían dividir los gastos de capital (Capex) y los gastos de operación (Opex), casi como entidades independientes y cuando se pensaba en términos de crecimiento se apostaba por la acumulación, es decir, fortalecer los Capex.
Sin embargo, en los negocios modernos estos dos elementos interactúan entre sí y marcan incluso modalidades de inversión financiera y hasta esquemas de negocio, ya que Opex se ha entendido como una vía para desarrollar empresas que no necesiten tanto de cuestiones físicas, lo cual se ha adapta muy bien para Pymes, startups y emprendimientos.
Las organizaciones hoy tienen que ser dinámicas, flexibles y adaptables a diferentes contextos de mercado, por lo cual requieren de una consultoría y asesoría que los acompañe en todo momento, para que cada particularidad que se presente se convierta en una oportunidad.
Actualmente existen ejemplos muy claros de cómo las empresas innovadoras que combinan sus estrategias con Capex y Opex han revolucionado mercados, tales como Netflix, Spotify, Google, las redes sociales, Amazon, Uber, etc., que ponderaron un modelo basado en servicios, más que en productos.
Así que si cuentas con la asesoría adecuada y entiendes cómo una organización puede gestionar estos podrás considerar nuevas vías de desarrollo de negocio.
El gran reto para las empresas es realizar una gestión financiera eficiente y precisamente uno de los principales desafíos es la gestión de gastos: identificar cuáles son más rentables, y cuáles aportan más beneficio para la organización y los clientes.
Gastos de capital (Capital Expenses, Capex): se trata de las inversiones que hace una empresa hacia el capital de esta, las cuales generan beneficios y propiedad, ya que la compañía adquiere mantiene o mejora sus activos. Generalmente tiene que ver con aspectos físicos y tangibles, por lo tanto, son gastos que se pueden depreciar y se reportan en los estados financieros de balance y flujo de efectivo.
Gastos de operaciones (Operating Expenses, Opex): son aquellos gastos que tienen que ver con el funcionamiento y la operación de la empresa. Se le considera un costo continuo para la marcha cotidiana del negocio, por lo que se reportan en el periodo de uso y en el estado de resultados. Suelen ser deducibles de impuestos.
Capex en sí lleva una compra de activos y Opex sería más como la contratación de ese activo, tal cual como un servicio.
Capex pueden ser gastos de expansión cuando se amplían nuevos activos para la empresa o gastos de mantenimiento cuando se enfocan en mejorar el ciclo de vida útil de los activos que la empresa posee.
La inversión de Capex es en bienes físicos, mientras los de Opex en elementos intangibles. Por ejemplo, un auto que adquiera la empresa entra en Capex y la gasolina que se requiere se ubica en Opex.
La interacción entre estos cada vez es mayor, su gestión y control debe ser estratégico para impulsar una visión de negocio y aprovechar oportunidades. Con la transformación digital existen más inversiones en aspectos intangibles que pueden contribuir con el crecimiento de la empresa.
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