Las Obligaciones Negociables son uno de los activos más recomendados por los especialistas para invertir el dinero; qué cambia en el impuesto a los bienes personales
Pasar del negro al blanco, de esconder a ingresar dinero al circuito formal -con una baja o nula penalidad- e incluso obtener rentas de entre 6% y 10% anual en dólares por ese dinero formalizado. La puerta es el Régimen de Regularización de Activos -popularmente conocido como blanqueo de capitales- que permite exteriorizar bienes, propiedades, cuentas bancarias o dinero en efectivo, en la Argentina o en el exterior al 31 de diciembre de 2023.
Algunas particularidades respecto de otros procesos similares le suman, a priori, atractivo al proceso, aunque serán los números finales los que realmente determinen si resultó exitoso o no en términos de volumen de fondos declarados. Pero desde el punto de vista de la planificación financiera personal debería ser una opción a analizar en las próximas semanas.
Cecilia Nuñez, directora de Global Mobility de Tax & Legal KPMG Argentina, resalta que “lo atractivo de este blanqueo en particular es que no es obligatoria la repatriación de fondos desde el exterior, pudiendo el contribuyente optar por mantenerlos fuera del país”, aunque aclara: “El beneficio de ingresar los fondos a la Argentina se verifica en la gratuidad del blanqueo en la medida que se mantengan las tenencias o inversiones hasta el 31 de diciembre de 2025″.
Con el objetivo de reducir al mínimo el costo de quienes quieran regularizar su situación, es importante tener en claro algunos números y fechas claves. A modo de resumen:
“En caso de exteriorizarse efectivo, y previo depósito, no será necesario mantenerlo hasta fines de 2025 si el monto no supera los US$100.000, es decir, podría ordenarse su transferencia a partir del 1° de octubre de este año″, aclara Nuñez.
“El blanqueo actual es mucho más beneficioso que anteriores propuestas”, dice por su parte Gabriel Hermida, socio del Departamento de Impuesto de Auren Argentina y profesor de las materias Fundamentos de Tributación e Impuestos de la Universidad Austral, y remarca dos situaciones particulares en las que puede ser aprovechado para ordenarse.
“El blanqueo le sirve, por ejemplo, a aquellos contribuyentes que no tenían declarada una cuenta en Estados Unidos y, si tiene menos de US$100.000, les conviene blanquearla. No hay que traer la plata a la Argentina y paga cero impuesto”, explica Hermida.
“El otro caso -avanza- es el de quienes trabajan para el exterior y no tienen declarados ingresos en Argentina. En ese caso, se puede blanquear también hasta US$100.000 sin pagar el impuesto y esto implica un tapón fiscal, porque cuando se entra al blanqueo, no pueden revisar nada para atrás”.
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