Hacia una Cultura del Dato

30/03/2020

Hoy en día, podría decirse que cada persona genera una gran cantidad de datos a cada paso. Nunca antes, los servidores de las empresas habían contenido tanta información disponible sobre nosotros. Esto es así en todas las industrias a las que hemos tenido acceso como consultores.

Como era de esperarse, en el ámbito corporativo ya están en marcha diversas iniciativas para sacar provecho de esta realidad. Por ejemplo, las empresas de consumo masivo inspeccionan el historial de comportamiento en las compras de sus clientes, las de petróleo y gas monitorean el proceso de excavación para reducir los gastos de sustracción de minerales y las aerolíneas miden por qué los vuelos no llegan a tiempo. Los datos les brindan a las compañías las evidencias necesarias para identificar sus problemas internos, y con estos descubren cómo resolver mejor las necesidades de los clientes, optimizar sus operaciones, y tomar mejores decisiones.

Pero no solo las grandes corporaciones como Microsoft son capaces de generar grandes caudales de información. Los datos y las herramientas para gestionarlos están disponibles para todos en la nube y a costos realmente accesibles. Hoy en día, las empresas de cualquier tamaño y con algún grado de madurez en este tema, puede beneficiarse de ellos. La limitante que se presenta excede al hecho de contar o no con datos o con herramientas de gestión. Se trata, en realidad, del factor humano. Más específicamente, de lo que se denomina como “data literacy” (alfabetización en datos), que hace referencia al nivel de habilidades que la gente tiene para interpretar datos y usarlos para la resolución de problemas.

El estudio de este factor social alrededor del mundo arroja datos interesantes e inesperados. Por ejemplo, el hecho de que Estados Unidos obtuvo el puesto 21 de 23 países participantes de la evaluación que realiza el Centro Nacional de Estadísticas de Educación (NCES); o que en España, tan solo el 25% de los profesionales encuestados por Censuswide y Qlik es capaz de interpretar, analizar y argumentar datos en su trabajo. El resto entra en la categoría que podría denominarse “analfabetismo de datos”.

¿Pero qué tipo de habilidades debería desarrollar un profesional para no ser un “analfabeto de datos” en la actualidad? Hagamos un poco de historia. En los primeros momentos de esta era de datos, las compañías solían buscar profesionales con habilidades en SQL, extracción de datos, normalización de información y tecnologías como procesamiento paralelo, análisis de big data y el lenguaje de programación R. Hoy, luego de casi diez años de evolución, todas estas cuestiones técnicas están solucionadas con plataformas tecnológicas que hacen más fácil la instalación y aplicación de análisis de datos. A medida que la Inteligencia Artificial se convierte en un componente más crítico de los negocios, los profesionales modernos tienen una creciente necesidad de comprender cómo interpretar los resultados de los algoritmos, con un menor enfoque en los aspectos técnicos de su generación.

Es por esto que la alfabetización de datos no necesariamente debe ir por el carril de las competencias técnicas. Las habilidades de datos que hace falta desarrollar se relacionan más con las destrezas que nos distinguen a los humanos de las máquinas: la capacidad de interpretación de datos y de resolución de problemas, tales como:

  • Saber indagar: hacer las preguntas correctas, comprender qué datos son relevantes y cómo probar su validez.
  • Saber interpretar: datos y contexto, para que los resultados sean útiles y significativos.
  • Saber presentar: tener siempre presente que el producto final de cualquier trabajo de ciencia de datos debe concluir no sólo con una visualización amigable, sino también con un “storytelling” que facilite su comprensión y aceptación.

En conclusión, nuestro trabajo de Consultoría HR se enfoca en maximizar la capacidad de las personas de usar la tecnología disponible, en implementar una rutina de gestión de información y, por último, pero no menos crítico, en formar las nuevas competencias requeridas para ser capaces de sacar el máximo provecho a los datos que se generan. El desarrollo de estas capacidades (data skills), son parte esencial del proceso de cambio requerido hacia una nueva cultura del dato.

Lic. Eduardo Brie – Consultor HR Senior de Auren

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