En una entrevista con SOMOS PYMES Radio (La Red AM 910, domingos de 6 a 8 hs), Gabriel Hermida, socio de Impuestos de Auren Argentina, explicó en dónde está fallando la AFIP en su afán recaudador, generando en el camino más presión tributaria.

Tras haber estado suspendidas casi dos años por la pandemia, en las últimas semanas el 3% del universo de monotributistas subió de categoría.

Se trata de contribuyentes que facturaron servicios o venta de bienes por importes superiores a la categoría en la que estaban inscriptos y no se recategorizaron antes del 22 de enero de 2022.

La opinión de un experto

La recategorización de oficio «es otro desaguisado de la AFIP. No sé si esto se da por inexperiencia, impericia o si es a propósito. En vez de solucionar, cada vez complican más las cosas», mencionó el contador público nacional al respecto.

«En vez de ayudar al comerciante chico, a la pequeña empresa, al monotributista y al profesional autónomo, cada vez lo castigamos más pese a que se está diciendo que hay que aumentar más la progresividad del sistema tributario argentino, para perseguir a los grandes», criticó.

Más dificultades para conseguir materias primas

«Eso lo vemos cuando el Banco Central se mete en el tema de las declaraciones juradas de importación. En vez de alivianar la presión para que las PYMES puedan conseguir materias primas y así poder producir, y exportar con valor agregado, les metemos más trabas como ‘Grado A’, ‘Grado B’ y cuánto importaste en el 2020 y 2021», graficó Hermida.

«Con este esquema, las empresas van a empezar a parar de producir y van seguir yéndose de la Argentina. No van a invertir más», resaltó el representante de Auren.

Monotributistas y autónomos

«Un profesional autónomo tiene que pagar un impuesto a las Ganancias mucho mayor al que termina pagando un empleado en relación de dependencia», describió el tributarista en el programa que conduce Christian Dátola.

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