La responsabilidad solidaria en materia fiscal es una figura que ha causado polémica porque a raíz de la reforma que está en marcha este 2022, la autoridad tributaria ha establecido nuevos supuestos de quiénes pueden ser responsables solidarios.

¿Qué es la responsabilidad solidaria? En términos simples es cuando la obligación de una deuda fiscal cae en una persona diferente a la del contribuyente que tiene la deuda o que causó el daño, por lo que el tercero o terceros tendrán que cumplir con el fisco. 

Para qué sirve esta herramienta del SAT

Para el SAT, esta es una herramienta para combatir la evasión fiscal y recaudar más impuestos. Uno de los objetivos principales es eliminar las malas prácticas de las llamadas “factureras”, quienes están en evasión.

Sin embargo, existe la preocupación de que esta figura se convierta en una vía ambigua que afecte a terceros, por ejemplo, la autoridad está buscando responsabilizar a los contadores públicos auditores que omitan información o no avisen al fisco sobre anomalías detectadas en las organizaciones que han auditado con penas de hasta seis años de cárcel.

Responsabilidad directa vs responsabilidad solidaria

Existen dos tipos de responsabilidad para los contribuyentes: la directa que obliga al propio contribuyente a cumplir con sus pagos tributarios y la solidaria que es una transferencia de obligaciones como ya se ha mencionado.

A su vez, dentro de la responsabilidad solidaria hay dos vías:

• Voluntaria: Una por decisión voluntaria, es decir, cuando otra entidad o grupo decide compartir obligaciones y que está consciente de ello como es el caso de los accionistas en una compañía.

• Causa legal: Es precisamente cuando el SAT atiende los supuestos por los cuales se determina que otra persona o grupo (sean contribuyentes o no) tendrán que pagar las deudas fiscales de un contribuyente que está incumpliendo ya sea por insolvencia o por evasión.

¿Quiénes pueden ser responsables solidarios?

Estas son las personas o grupos que podrían tener una responsabilidad solidaria:

• Personas obligadas a recaudar las contribuciones a cargo de los contribuyentes. 
• Quienes estén obligados a efectuar pagos provisionales por cuenta del contribuyente.
• Liquidadores y síndicos por las contribuciones que debieron pagar a cargo de la sociedad en liquidación o quiebra, así como de aquellas que se causaron durante su gestión. 
• Personas que funjan como directores generales, gerentes generales o administradores de una persona moral o empresa.
• Adquirentes de negociaciones, respecto de las contribuciones que se hubieran causado en relación con las actividades realizadas en la negociación.
• Representantes de personas no residentes en el país.
• Quienes ejerzan la patria potestad o la tutela, por las contribuciones a cargo de su representado.
• Legatarios y donatarios a título particular respecto de las obligaciones fiscales.
• Quienes manifiesten su voluntad de asumir responsabilidad solidaria. 
• Socios o accionistas.

Los supuestos que utiliza el SAT para aplicar la responsabilidad solidaria, según el artículo 26 del Código Fiscal de la Federación, son:

• Cuando no solicite su inscripción en el registro federal de contribuyentes (RFC).
• Si cambia su domicilio sin presentar el aviso correspondiente en los términos del Reglamento del Código Fiscal de la Federación (RCFF).
• En caso de no llevar una contabilidad, la oculte o la destruya. 
• Cuando desocupe el local donde tenga su domicilio fiscal, sin presentar el aviso de cambio de domicilio. 
• Si no es localizable en el domicilio fiscal registrado.
• Si omite enterar a las autoridades fiscales las cantidades que por concepto de contribuciones hubiere retenido o recaudado.
• Aplique pérdidas fiscales generadas en otro grupo empresarial.
• Deduzca operaciones simuladas. 
• En caso de emitir facturas falsas por más de 7.8 millones de pesos. 
• En caso de haber transmitido o disminuido pérdidas fiscales indebidamente.

Es importante conocer qué es la responsabilidad solidaria y llevar un orden contable para evitar problemas. Estar actualizado en materia fiscal es fundamental para cualquier contribuyente, sea persona física o moral.

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