Mucho se habló de la generación actual de demandantes de empleo, Generación Y y Generación Z, no buscan un solo lugar de trabajo para toda la vida, sino que su lealtad se basa en su vinculación con la empresa , quieren definir sus propias tareas y están constantemente buscando nuevos retos.
Se podría decir que el denominador común de todo lo anterior es que estas generaciones se están alejando de ser “solo un engranaje en la máquina” y se están dirigiendo e impactando en sus propias vidas, así como en sus roles.
Por lo tanto, no sorprende que uno de los parámetros comunes en la búsqueda de empleo últimamente sea cuánto invierte una empresa en ESG.
Creo que la mayoría de nosotros estamos familiarizados con el término ESG, ya sea como «ambiental, social y de gobierno» o quizás como el término PPP «Personas, planeta y ganancias» o incluso como el término hebreo «Inversión responsable» y aunque esto puede parecer Como un fenómeno reciente, sucede que uno de los primeros intentos registrados de establecer ESG fue en 1919 durante el famoso fallo de Dodge vs. Ford.
Henry Ford, el presidente de la empresa en ese momento, quería convertir el valor del dividendo especial de los accionistas en una inversión en plantas para permitir que la empresa fabricara a un costo menor, reduciendo así el precio de mercado e incluso aumentando los salarios de los empleados.
Los hermanos Dodge, quienes en conjunto poseían el 10% de las acciones de la empresa, interpusieron una demanda contra esta decisión. El tribunal dictaminó que la empresa debe actuar a favor de los accionistas y no a favor de las partes interesadas. Aunque el tribunal no falló a favor de ESG, tenemos una cita importante de Henry Ford: “… para difundir los beneficios del sistema industrial al mayor número posible, para ayudarlos a construir sus vidas y sus hogares. Para ello estamos volviendo a poner la mayor parte de nuestros beneficios en el negocio”.
No hay duda de que Henry Ford se adelantó a su tiempo en 1919, y muchos gerentes han ido y venido desde entonces y hoy está muy claro que ESG no es una tendencia pasajera, sino una expectativa comercial de las corporaciones, y el lugar donde tiene y el papel que juega, seguirá creciendo.
Cuando llegamos a examinar si una empresa o corporación invierte en ESG, tenemos que entender qué es lo que buscamos dentro de la gestión de la empresa, la existencia de ESG significa que además de la actividad dentro de la empresa para aumentar su beneficio financiero, también hay actos iniciado por la empresa para mejorar su bienestar general.
Si echamos un vistazo a algunas de las grandes empresas del mundo actual veremos una amplia actividad; Google, por ejemplo, practica el compromiso con la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI) y publica datos sobre la demografía de su fuerza laboral al público. En 2020, la compañía canalizó 275 millones de dólares en iniciativas de igualdad interracial, incluido el apoyo a negocios de propiedad de afroamericanos y la mejora de la accesibilidad a la educación. Otro ejemplo es Amazon, que invirtió esfuerzos para apoyar a su fuerza laboral, incluido el aumento del salario mínimo para todos los empleados en los EE. UU. a $ 15 por hora y otorgando beneficios como salud y licencia por paternidad.
Sí, se puede afirmar, y quizás con razón, que se trata de megacorporaciones, con enormes ciclos de ingresos que posiblemente les permitan este tipo de gestión, pero por otro lado, el entendimiento de que la empresa tiene una obligación con sus accionistas se ha convertido en un estándar. que se espera de cualquier empresa, por ejemplo NASDAQ, allá por mayo de 2019 ya publicó una guía para empresas que reportan actividad ESG. Otro ejemplo se remonta a febrero de 2022 en Israel cuando la bolsa de valores publicó una convocatoria de propuestas para alentar a las empresas a publicar informes de responsabilidad corporativa e informes sobre el aumento del porcentaje de mujeres en sus juntas directivas; la bolsa de valores fue aún más lejos y declaró que trabajaría con un editor de índices internacional para desarrollar un índice designado para la política ESG en empresas que cotizan en la bolsa de valores.
Estos actos de los centros comerciales señalan de manera inequívoca un nuevo y poderoso segmento de inversionistas y principalmente internacionales, conocidas como “Inversiones de Impacto” o “Inversiones Sustentables” en el marco de las cuales los inversionistas en el extranjero tienen un mayor interés en el beneficio ambiental y social de su inversión. y no sólo en el resultado financiero, y las empresas que no incluyan este segmento en su cultura estratégico-organizacional y en sus informes, muy probablemente verán las implicaciones en el valor de sus acciones.
A lo largo de los años se han reportado casos en los que se procesó a una empresa y las decisiones de los jueces obedecieron a motivos de responsabilidad social como un derivado del deber de diligencia que es obligación de todos los directores y funcionarios de las empresas. Y no solo a través de la Ley de Sociedades, sino también a través de las Leyes de Protección Ambiental, Ley Antimonopolio, Ley de Acoso Sexual, Leyes de Seguridad y muchas más.
Se han registrado veredictos de muchos jueces que llamaron a procesar a la corporación, a los altos funcionarios, a las organizaciones que actuaron y cometieron el delito. En otras palabras, todos asumen la responsabilidad. Además, a lo largo de los años se han reportado casos de sentencias más indulgentes, liberatorias de responsabilidad e incluso absolutorias de empresas que presentaron prueba de haber establecido procesos de control y responsabilidad social en sus empresas .
¿Cómo puede una empresa introducir ESG?
En última instancia, ya sea que una empresa mantenga esto por razones humanitarias o comerciales, a largo plazo y con el tiempo, su resultado final rentable mostrará el retorno.
Por Paz Fishman, Gerente de Proyectos, Departamento de M&A (Fusiones y Adquisiciones) de Auren Israel
Paz.Fishman@auren.co.il