Prensa | Cómo será el trabajo en el 2023 (El Cronista 20.1.2023)

24/01/2023

Las empresas buscan un equilibrio entre productividad y asegurar el bienestar de sus colaboradores. Definir el modelo laboral es la gran tarea pendiente de estos días.

Que el mercado laboral está cambiando ya no se discute. Ahora, el debate gira en torno de hacia dónde irá enfocándose: ¿será el modelo híbrido el que se imponga?, ¿hay modos de mejorar la productividad?, ¿el bienestar es ya un derecho ganado o sigue estando en la esfera de los beneficios

Todo esto se plantean hoy los departamentos de Recursos Humanos, al mismo tiempo que deben enfrentar un año atravesado por la inflación y el impacto en los salarios.

«Mejorar la productividad casi es una responsabilidad intrínseca de las organizaciones y, efectivamente, es uno de los puntos de las agendas corporativas. El desafío está puesto en cómo hacer para que la tecnología, innovación y creatividad en el uso de las herramientas colabore y ayude en este tema», dice Alexandra Manera, directora de Recursos Humanos de Adecco Argentina y Uruguay.

En este punto, esta experta también aclara que «el concepto de productividad refiere a algo más allá de la cantidad de horas que nos lleva hacer una tarea. Ser productivo es hacer un trabajo eficiente y efectivo, que nos permita un buen uso del tiempo».

Hoy toca oficina

El modelo híbrido de trabajo es la estrella del momento. Para Cecilia Bauzá, directora de Comunicaciones y Recursos Humanos P&G Argentina, «todo este cambio también trae consigo el desafío de encontrar un balance. Por una parte, la presencialidad en las oficinas es importante y un gran aliado para poder establecer relaciones entre los integrantes de los diferentes equipos y que es lo que al final del día crea la cultura de trabajo que queremos mantener».

«Hay que aceptar y abrazar esta nueva modalidad sin perder los espacios de encuentro presenciales que dan lugar a las reuniones y los debates que tanto nos enriquecen en el día a día. Por otra parte, el poder trabajar desde casa da una mayor flexibilidad, trabajo enfocado e individual», añade Bauzá.

«Lo remoto llegó para quedarse, pero el home office se encuentra en tela de discusión. Los empleados lo piden como requisito básico y ya una forma de trabajar, pero las compañías requieren la presencialidad como sentido de pertenencia, de formar equipo. Todavía se siente la desconexión entre lo que requieren los jóvenes y lo que buscan y quieren las empresas. Cambió el significado de compromiso para ambos», observa Luis Salerno, Socio de BPO de Auren.

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