Prensa | Gestión para una nueva era (Apertura, Abril 2024)

22/04/2024

Basado en la física cuántica, el management basado en este modelo evalúa el comportamiento de las energías y promueve personalidades que gestionen sus emociones de un modo responsable.

En tiempos convulsionados, muchos aseguran que es momento para trabajar internamente: partiendo de uno mismo y luego trasladarlo a los equipos. Justamente esto es lo que plantea el management cuántico.

¿De qué se trata? “Es un enfoque revolucionario en la gestión empresarial que toma inspiración de los principios de la mecánica cuántica. Reconoce la naturaleza dinámica e interconectada de los elementos en una organización”, define Paula Altieri, socia de Veril Consultores.

Ahora, cuando hablamos de elementos “nos referimos a cualquier grupo de personas que habitualmente trabaja, aprende, se divierte o se relacionan en conjunto, y por lo tanto cambia, se transforma a través de sus relaciones.
Podríamos agregar también que está en permanente desarrollo. Y acá es donde la física cuántica se expresa maravillosamente en cada una de sus leyes”, añade Altieri.
Esta directiva aprendió todo esto en el programa de Management Cuántico que desde el año pasado se dicta en Ucema. Natalia Liz Sleiman es la docente a cargo, y también llegó a esta metodología para mejorar el flujo de energía en sus equipos.
“En el management cuántico aparece la posibilidad de ver y utilizar el lenguaje no verbal, porque allí hay información que sucede en el campo invisible, que es donde más nos relacionamos. Por ejemplo, ahí vemos la intención: cuando sé qué intención tengo puedo regular la cantidad de información que
doy”, cuenta Sleiman.
Para esta docente lo importante es poder comprender las intenciones propias, si tenemos enojos o resentimientos, y estar atentos para poner orden en ese campo invisible porque esto trae calma.
“En el curso nos enfocamos en darle herramientas a los líderes para tener más presencia, conexión, responsabilidad y autoapoyo. Es que lo primero que necesita hacer el líder es desarrollar una actitud de no victimismo, sino ir hacia un modelo adulto con responsabilidad. Entonces, puede empezar a tomar decisiones limpias, alejadas de las emociones secundarias”, afirma la docente de Ucema.
Este año, la universidad ofrecerá un segundo módulo sobre management cuántico en el que profundizarán sobre los conceptos. “En el curso hay ejercicios con cada persona, porque aprenden a renunciar a su ego, pueden empezar a confiar, a desarrollar confianza y a ver la sombra propia y en el otro”, enumera Sleiman.


Estructura
El cuántico es un tipo de management que “se inspira en la física cuántica, que considera que los sistemas se auto-organizan. Lo inventó la investigadora Danah Zohar, graduada en Física y Filosofía del MIT, que hizo un Posgrado de Filosofía, Religión y Psicología en Harvard”, relata Juan Pablo Manzuoli, director de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica Argentina (UCA).
“Fue ganando notoriedad con libros sobre inteligencia espiritual. Defiende que el nuevo paradigma del Management Cuántico posee las propiedades de los Sistemas de Adaptación Complejos, que no son lineales y deterministas como la metáfora mecánica que regía anteriormente en los negocios”, agrega Manzuoli.
Entre sus principios básicos se encuentran:
* La autoorganización del sistema: no es necesario ordenarlo de formas burocráticas.
* Se compone como un sistema de pensamiento holístico: el pensamiento analítico que fragmenta a la organización deja de ser útil.
* La relación con el entorno es adaptativa, no mecánica.
* La experimentación es esencial: se trabaja en pequeños círculos de prueba y ajuste hasta ir perfeccionando el funcionamiento.
* La energía personal tiene que ser la adecuada: es muy importante el equilibrio energético de quiénes participan.
* El sentido de propósito es vital para conducir el sistema: tiene que haber un propósito trascendente.
* Todas las personas son indispensables: no existen personas menos importantes.

En el mundo laboral actual, los colaboradores buscan comprender el sentido de su labor y sobre todo el impacto de su trabajo en el del resto del equipo y así participar de los grandes propósitos que movilizan a las organizaciones.

El dinamismo de los mercados genera la necesidad de mantenerse interconectado, trabajar con agilidad y comprometerse con la innovación”, refleja Alejandro Chiappe, socio de Advisory Services de Grant Thornton Argentina.
Incluso, este socio indica que tener la “mente abierta es la clave para solucionar problemas, desarrollar proyectos y generar oportunidades que desafían los límites del enfoque profesional más limitado por el enfoque tradicional”.
“El management cuántico toma en consideración la complejidad y singularidad de cada individuo. Desde una definición más académica, nos ofrece herramientas que permiten ser más coherentes y congruentes con la posibilidad de integrar nuestros defectos y virtudes.
Para esto, es importante ubicar nuestra conciencia en el aquí y ahora, que es el único momento en el que somos observadores y protagonistas de lo que acontece”, describe Daniel Iriarte, director asociado de Glue Executive Search.
Este procedimiento le permite a los líderes ejecutivos reconocer “cómo ellos gestionan a sus equipos, actúan frente a los conflictos que se presentan, apoyan proyectos, diseñan conversaciones, delegan responsabilidades e impulsan el talento de otros profesionales. Identificando todos estos elementos desde la observación, los líderes pueden mejorar su toma de decisiones. Incluso, valora a todos los talentos y clarifica sus propósitos dentro de una empresa”, añade Iriarte.


Punto de maduración

Con el management cuántico la idea del jefe queda atrás. “El liderazgo arranca en uno mismo, tanto para trabajar como para colaborar con los compañeros. Nos hace entender que somos energía y en su mínima porción ésta tiene la capacidad de cambiar constantemente”, señala Altieri.

En esta modalidad “donde ponés el foco, ahí tenés la oportunidad de construir, generar el cambio, reinventar. Poniendo la mirada ya tenés la posibilidad. Y de hacerlo libre de prejuicios, emociones o interpretaciones”, asegura Altieri.

Ahora bien, para esto el equipo debe tener una cierta maduración personal de cada integrante y de todo el grupo en sí. “En mi caso, en el equipo, cada uno ya venía trabajando en un desarrollo espiritual. Ya habían explorado diferentes alternativas que tenían que ver con la energía”, dice la socia de Veril.
Entonces, para esta líder, rápidamente se sumaron a su propuesta. “Una tiene la opción de dónde poner la energía, dónde poner la concentración. Cuando pongo mal la energía, los resultados son malos, y al revés se consiguen mejores experiencias”, resalta Altieri.

“Esto generará un cambio en la gestión y habrá mayores niveles de comunicación en los equipos, se promueve la experimentación y la innovación, con metodologías agiles, que valoran las nuevas ideas, y la diversidad de pensamiento, entre otros beneficios”, explica Fabio Fabri, socio de Consultoría de Auren. Estos cambios tendrán un impacto en la gestión, pero eso dependerá de “los procesos en los que se aplique y del compromiso de la organización en llevarlos adelante, y de la constancia. Hay cambios de corto y de mediano plazos, pero las organizaciones se sorprenden muchas veces con los resultados obtenidos, al aplicar un enfoque nuevo”, resalta Fabri.

“Lo que vale es reconocer, como idea general, que el enfoque newtoniano, que mira a las organizaciones y mercados como algo rígido y predecible, ya no es válido para estos tiempos de cambios continuos y profundos. A través del pensamiento cuántico se le da valor al potencial creativo de la incertidumbre, pasando de una mirada fragmentada a una mirada holística”, concluye Fabri, de Auren.

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