Prensa| Paranoia de la hiperproductividad (Apertura, 20.2.2024)

21/02/2024

En momentos de crisis, ser productivo es una característica por demás valorada. Pero los expertos advierten que «pasarse de rosca» puede hacer que esos beneficios mermen. ¿Hay un límite para el trabajo?

Casi sin detractores, la hiperproductividad venía conquistando elogios y siendo uno de los rasgos que las empresas más valoraban de los talentos. Sin embargo, algunos especialistas en salud mental encendieron la alarma: ¿qué pasa con quienes se exigen para rendir al máximo y hasta competir con su compañeros?

Lo cierto es que en este tiempo en el que el 94 por ciento de los trabajadores argentinos asegura sufrir de burnout, según un estudio reciente de Jobint, desde los departamentos de People o RRHH empiezan a mirar con atención cuánto se presiona a los talentos. Hay que tener en cuenta, además, que el número de los «quemados» viene subiendo año tras año y que el país tiene el récord de la región.

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El entorno influye

«En un contexto tan volátil, en el que las exigencias económicas nos superan, es más complicado mantenerse al margen», afirma Victoria Loza, directora de Recursos Humanos & Sustentabilidad de Adecco Argentina y Uruguay.

¿Por qué? «Es que ser productivo pasa a ser prioritario porque es una manera de corresponder a las múltiples obligaciones que tenemos, a la vez que nos presionamos por demostrar que somos valiosos en nuestro trabajo».

Al mismo tiempo, esta experta lanza una alerta sobre lo que puede producir la hiperproductividad: «ansiedad, agotamiento, alteraciones en el sueño y, paradójicamente, una disminución de la productividad en términos de eficacia, ya que este tipo de personas son menos creativas, menos organizadas y tienen menor capacidad para resolver conflictos».

«El miedo al despido hace que la hiperproductividad esté más presente, lo que puede llevar a que no se resuelva el fondo de las temáticas para las que la persona fue contratada y que termine en una licencia no deseada por problemas de salud o con fin de la relación laboral, ya que la persona no puede lograr los objetivos», indica Hereñú.

«Cuando este afán por ser productivos se lleva a niveles extremos puede afectar significativamente el bienestar y la salud mental de los colaboradores. En la actualidad, el agotamiento y el estrés laboral están en aumento. La falta de tiempo para el descanso, el desarrollo de las actividades personales y la reflexión pueden llevar a una disminución en la calidad de vida y en la ejecución de las tareas laborales, lo cual obliga a cada vez más compañías a reimaginar la manera en la cual estas conciben el equilibrio entre rendimiento y bienestar«, detalla Romina Diepa, People Partner Manager de WeWork.

Por eso, según la investigación Más allá de la revolución híbrida realizada por WeWork, en conjunto con Michael Page, cerca del 79 por ciento de los colaboradores argentinos afirman que la flexibilidad y los modelos híbridos de trabajo han contribuido a la mejora de su salud mental. «Mientras que el 81 por ciento afirma que este modelo hace posible una mayor productividad laboral. Esto contribuye a lograr un balance entre la vida personal y la profesional«, suma Diepa.

«Si bien la presión constante por ser eficientes, mal canalizada y mal entendida puede traer aparejado implicancias nocivas para la salud mental. La hiperproductividad pretende ser considerada una verdadera solución. Es que está demostrado al implementarse determinadas acciones como dejar el trabajo repetitivo a las máquinas, abocarse de lleno a realizar una tarea a la vez, contar con una estrategia definida que incluya Plan, Do, Check, Act y manteniendo un ritmo constante por lapsos determinados se logran reducir considerablemente los tiempos, minimizar errores y gracias a ello dedicar más tiempo a la creatividad y la innovación», enumera Soledad Grande Novoa, coordinadora de Gestión de Talento de Auren.

Esto, para la analista, no solo trae beneficios a nivel personal, «sino que promueve un ambiente de trabajo más creativo y estimulante en el que se fomentan las posibilidades de crecimiento y desarrollo personal y profesional», concluye.

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