El pasado 27 de enero del presente año se hizo un análisis doctrinal acerca de las sociedades extranjeras que cuentan con una sede efectiva de administración en el país, y los efectos cambiarios que estas tienen.

Teniendo en cuenta leyes referentes al tema, tales como la Ley 9 de 1991 y la Resolución Externa Octava emitida por el Banco de la República en el año 2000, se llega a determinar que el mercado cambiario se constituye por la sumatoria de divisas que entran al país, y como estas se introducen por medio de intermediarios autorizados, que para el caso de inversión extranjera, sean objeto de operaciones como importaciones y exportaciones, endudamiento externo, inversiones de capital del exterior del país o inversiones de capital de la República de Colombia en el exterior. Una vez las divisas diferentes al peso colombiano sean recibidas, estas deben ser canalizadas luego de seis meses de su recepción, y el pago de las obligaciones surgidas de estas, se debe hacer por medio de los intermediarios autorizados.

Ahora, se consideran como residentes aquellas personas naturales nacionales de nuestro país que habiten en el territorio colombiano, o extranjeros que circulen sobre este de manera continua por ciento ocheta y tres días del año, teniendo en cuenta un año como trescientos sesenta y cinco días. Así mismo, se consideran residentes aquellas entidades de derecho público o personas jurídicas que tengan su domicilio principal en Colombia. Si no se cumplen con los requisitos previamente mencionados, se considera no residente, dando nuevos efectos para la inversión, y considerándose un inversionista de capitales del exterior, ajustándose principalmente a lo dispuesto en el Decreto 119 del 26 de enero de 2017, además de otras normas aplicables para la inversión extranjera en el territorio colombiano.

Blog: Auren Colombia

Fuente

Oficio 220-005098 – Conceptos Jurídicos emitidos por la Superintendencia de Sociedades.