Prensa | ¿Cómo se navega en crisis permanente? (El Mercuario de Chile, 22.10.2023)

26/10/2023

La difícil sobrevida de las empresas en Argentina.

La inflación saltó de 6% en enero a 12,7% en septiembre. Mientras, el peso pierde fuerza, y el dólar varía día tras día. Si bien varias compañías han ido bajando la cortina, otras intentan sortear la crisis con cierres temporales, pago adelantado de salarios y ajustes de precios.

“En el marco de las acciones que estamos implementando para acompañarte en el actual contexto económico. Te informamos que decidimos realizar el adelanto del aguinaldo para diciembre”, informó hace semanas Toyota Argentina a sus trabajadores. “Para mitigar el impacto significativo de la política monetaria en el último tiempo, acreditaremos un anticipo de sueldo especial del 50% de las remuneraciones” replicaron en el Banco Central.

Meses antes, Mercado Libre subió sus precios – “debido al contexto macroeconómico, tendremos que actualizar algunos costos a partir del 1 de Agosto” – decía – y Accenture apuntaba a pagar 20% de los salarios en dólares. Los ejemplos suman y siguen. Las empresas intentan navegar en lo que los contactados califican como la peor crisis desde la hiperinflación del período de Raúl Alfonsín, en 1990. Un escenario que convierte a las elecciones de hoy como las más importantes en la historia reciente argentina. Para el sector privado son “claves”, dicen. “Abrir hoy una empresa en Argentina, es una elección. Invertir capital con alta presión impositiva, es una elección. Generar empleo en un contexto tan adverso, es una elección. Seguir arriesgando en el país, a pesar de todo, es una elección”, es parte de la campaña que hace tres meses promueve la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, ante los comicios.

Los tres candidato son el Ministro de Economía del actual gobierno, Sergio Massa, la ex Ministra de Mauricio Macri y candidata del Bloque Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, y el liberal y cabeza del movimiento La Libertad Avanza, Javier Milei. Los tres apuntan a la estabilidad y a subsanar el profundo déficit fiscal; varían en las formas y la celeridad. Los privados confían en un cambio de timón, ante una crisis que no admite más deterioro.

Argentina siempre ha sido desafiante para las compañías. Tras varios años un cumulo de filiales de empresas chilenas, de hecho, decidió bajar la cortina por altos costos laborales y restricciones a las importaciones. Las internacionales Latam Airlines, Falabella, (…) Parque Arauco y Masisa cerraron en un escenario que expertos califican como menos complejo que el actual. Hoy se entremezcla una inflación al alza que saltó de 6% en enero a 12,7% en septiembre, y que anualizada supera el 138%, con el temor mediante de que se llegue a una hiperinflación.

Fernando Fucci, socio de la firma de asesoría Grant Thorton Argentina, lo explica así: “Es la tormenta perfecta de problemas económicos de arrastre que ya veníamos teniendo con una incertidumbre política grande”. Y se visualiza como un punto de no retorno sin cambios urgentes.

¿Cómo se navega así?: se cierra, se reducen costos, se participa de los creditos del mercado informal, y se avanza. “Los empresarios saben que habrá un cambio, porque no queda otra”, apuntala Fernando Tezanos Pinto, presidente de argentina de la auditora internacional Auren.

La falta de dólares

Hoy, uno de los principales problemas es la escasez de dólares. Una grave sequía hizo que las exportaciones agrícolas de la temporada se redujeran en cerca de U$S 21.000 millones, con el consiguiente menor ingreso de divisas al país, lo que profundizó un déficit que ya venía; a Agosto, el saldo de la balanza comercial argentina era negativo en U$S6.205 millones, acumulando cinco meses de caída. Dado ese escenario, el Banco Central restringió la fuga de dólares, dificultando las importaciones de las empresas. Para enviar dólares al exterior, la entidad debe autorizarlo, lo que hoy no hace. Fernando Fucci lo resume así: “Muchas empresas se encuentran con que han tenido buenos volúmenes de ventas, tienen los pesos, y tienen deudas con el exterior, y no pueden acceder al mercado único libre de cambio para poder pagarlas”, añade. Y ante la imposibilidad de adquirirlos en el mercado formal, es el informal el que crece. Si el dólar oficial está a $340, el dólar blue o informal se ha disparado hasta casi $1000.

Ello, en un escenario donde además el gobierno obliga a convertir los pagos que reciben las empresas en dólares a pesos argentinos. En resumen, hay compañías con montañas de pesos sin poder moverlos. Un ejecutivo señala que dado eso, las empresas quieren deshacerse de esta manera, de sacarse los pesos, en hacer una inversión en activos, el tema es que quien tiene no los vende” destaca.

El Argentina existe el llamado aguinaldo. Se paga la mitad en julio y la otra mitad en diciembre. Muchas empresas están adelantando esa segunda parte. “Luego de haber recibido información actualizada del mercado y con la intención de mantenernos competitivos, hemos decidido otorgar un aumento para todos los colaboradores fuera del convenio en la Argentina”, informó Kimberly- Clark a sus trabajadores. Y añadió: “Además, como medida para mitigar este difícil contexto económico, estamos adelantando el aguinaldo de diciembre y lo vamos a pagar el 20 de septiembre”.

“Muchas empresas están adelantando el pago de esos sueldos como un beneficio para el trabajador, y otros adelantado inversiones y acopiando stock, también como resguardo dicen en el sector. Y agregan “la idea es que las elecciones te pillen con la menos cantidad de pesos posibles”.

Algunas compañías incluso han optado por bajar la cortina. “Lamentablemente, Argentina continúa atravesando un período de alta inflación, restricciones, y sumado a la salida de marcas internacionales y otros proveedores que se niegan a trabajar directamente con entidades argentinas, ha puesto seriamente a prueba a nuestra capacidad para operar el negocio” señala la plataforma Dafity que terminó su operación en septiembre. La tienda brasilera de vestuario Lojas Renner cerró parte de sus locales en enero por falta de inventario ante las restricciones a las importaciones. Y otras han hecho lo propio recientemente, pero solo de manera temporal.

En la industria explican esto como una forma de resguardarse, ante la imposibilidad de conocer el valor de reposición. Si el dólar estaba a $292 en octubre de 2022, en septiembre de 2023 iba a $740, y ya hoy está en $980. De hecho, hay restaurantes y tiendas que han optado por retirar los precios de sus cartas o vitrinas, fijándolos día a día.

En Argentina, las encuestas si bien apuntan a que habrá segunda vuelta, existe la opción de que Javier Milei gane en primera. Dentro de sus propuesta está la devaluación de la moneda. “Con esta devaluación del peso inmediata, los costos de reposición de cualquier mercadería importada se duplicarán, con lo cual muchos retailers no quieren vender, porque no saben a qué valor tendrán que importar después”, dicen en Grant Thorton Argentina. Según una encuesta hecha por Auren Argentina – filial de una de las diez auditoras más grandes del mundo – a 350 empresarios y ejecutivos, mientras el 85% considera que la principal urgencia apunta a reducir el gasto público, un 46% están en desacuerdo con la dolarización.

Ajuste por mantenerse

Hace un mes, el principal gremio del sector privado, y que agrupa a las firmas más grandes del país, la Asociación Empresarial Argentina (AEA) emitió un documento de doce puntos. En él detallaban aspectos centrales para que la actividad vuelva a desarrollarse. Y contener la inflación. “Son las empresas las que, a pesar de los altibajos de la economía, han invertido en el país durante décadas”, se lee. Pedían el término de las restricciones cambiarias, reglas del juego claras, reforma laboral, menos impuestos, y separar el rol del Estado de los privados. “Sin empresas no hay país” decían, en lo que al otro lado de la cordillera fue catalogado de un petitorio duro. Y claro, ante una situación crítica. “Los empresarios se aburrieron”, asegura un director.

Fernando Tezanos Pinto – de Auren – asesora a un sinnúmero de empresas, gran parte multinacionales, y justamente refrenda esos aspectos. ”Hoy nos piden más que nada mantenerse, que les controlemos la contabilidad, los procesos, que no haya gastos de más, que la auditoria esté bien hecha. Ninguna empresa multinacional espera nada de Argentina hoy”, destaca.

Todo ello, en medio de un contexto formal. Ya que la mitad de la economía está del toro lado. Hoy, el 50% es informal.

“Los empresarios más chicos trabajan en negro o se funden, Y las grandes corporaciones, varias tienen negocios con el gobierno en temas de construcción, energía, etc” dice Tezanos. El problema está en las grandes empresas reguladas que no tienen acuerdo con el Estado. Ellas deben enfrentar una competencia que – varios ejecutivos – califican de desleal, puesto que opera al margen de la regulación.

Es que blindarse de este contexto es prácticamente imposible. “Hay un montón de restricciones cambiarias. Los que tiene acceso al mercado exterior pueden hacer ciertas operaciones para cubrirse de una eventual devaluación, pero la realidad es que esas operaciones están fuertemente restringidas” dicen Tezanos. Al final del día, la opción para quienes tienen pesos es colocarlos a la tasa local de los bancos que tratan de tener una tasa competitiva que no sea tan negativa en términos reales. La semana pasada, el Banco Central subió la tasa hasta un 11% mensual, sin embargo, con una inflación superior al 12%, esta sigue siendo negativa. “Colocar las tasas de interés por arriba de la inflación tiene un efecto de contracción de la económica muy grande” dicen en el mercado.

Una manera de deshacerse de los pesos también ha sido gastándolos. Los restaurants hoy en Buenos Aires están a plena capacidad. “La gente no quiere tener plata en la mano, porque saben que al día siguiente vale menos”, dice un empresario.

Además, enfatiza Fernando Tezanos, está el rol de la corrupción. “Ese es el gran cambio que todos están esperando, que esto termine, sobre todo los empresarios internacionales, que antes venían a competir a Argentina y hoy no pueden, porque cuando quieren hacerlo con un argentino, ese ya arreglo el contrato antes con el gobierno”

CCU está en Argentina desde 1995. Según sus balances, las forma en que han transitado por el país ha sido básicamente mediante “planes de eficiencias, mejoras en gestión de ingresos, costos y gastos”.

Todo ello, mientras la riqueza se fuga al exterior. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, a julio los argentinos tenían U$S 428.635 en activos fuera del país – o al margen del sistema bancario – prácticamente lo mismo que el PIB de Argentina. Dado que la opción de retirar dólares se ha dificultado, los activos financieros externos mantenidos por los residentes se han reducido en U$S 5.166 millones. “Hoy prácticamente no hay forma de poder sacar los fondos del país, porque si le pido autorización al Banco Central para hacer una inversión en el exterior, no la obtengo”, resume Fernando Fucci. “Muchas empresas están esperando saber cuándo van a volver a importar sin restricciones, que es la clave para generar confianza y la rentabilidad necesaria”, añade.

Son pocos los empresarios argentinos que han decidido abiertamente apoyar a alguno de los tres candidatos en carrera. Sin embargo, quienes los han hecho han respaldado a la exministra Patricia Bullrich, a la cual ven con una base solidad en el Congreso y propuestas más realistas. “A Milei ni lo recibían antes” dice un ejecutivo argentino. Ahora, no obstante, lo escuchan. El 6 de octubre pasado, mientras Bullrich asistía a uno de los mayores foros empresariales del país, IDEA, Milei se ausentaba para desarrollar en paralelo un almuerzo con 70 ejecutivos. Nunca se había dado una situación así. A IDEA están siempre invitados todos los candidatos y ahora, dos de los tres optaron por instancias paralelas.

Las últimas encuestas apuntan a que podría haber un ballotage, seria entre Milei y Maasa. Ahí el sector privado podría estar más perdido.

(…)

Publicada en Diario El Mercurio de Chile. Por María José Tapia.