La recaudación tributaria alcanzó $7.726.459 millones, con una variación interanual de 230,6% en el mes de marzo, informó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Y el número parece importante pero no alcanza porque marca una caída en términos reales del 16%, al compararla con una inflación esperada de 290% a 295% para el mismo período. Esto significa que la recaudación no sube al mismo ritmo que la inflación, lo cual podría complicar el escenario de equilibrio financiero que busca el Gobierno de Javier Milei. Y entre los tributos en baja, uno de los que más enciende alarmas entre los especialistas es el IVA, en la medida en que demuestra cómo se plancha el consumo.
Para el tributarista y socio de Auren, Guillermo Poch el número que se vio en marzo no deja de ser un termómetro de la situación económica actual. «En la medida que la actividad económica se ralentiza, tiene un impacto directo en las arcas del Fisco», mencionó a PERFIL.
Poch señaló la necesidad de debe tenerse en cuenta, que indistintamente, del impuesto que se trate, a nivel general, la recaudación tiene origen en la generación de «riqueza». «Cuanto mayor es la riqueza, se recauda más en cada uno de los gravámenes que componen el sistema tributario», destacó y agregó que «desde la perspectiva de las empresas, si no hay un norte claro, no contribuye a la inversión y desalienta los proyectos futuros».
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