177- CONTROLES – ¿GASTO O INVERSION?

17/06/2014

Si bien, para felicidad de nuestra sociedad, cada día más las personas hacen actividad física como forma de mejorar su calidad de vida y en definitiva su salud, seguramente un alto número de lectores de  este artículo se sentirán identificados con el siguiente comentario  “no estoy dispuesto a gastar en un club o un spa”.

Analicemos este razonamiento.

¿Cuándo estamos ante un gasto?

Es común que los seres humanos tendamos a ver todo egreso de dinero como un gasto y pocas veces lo evaluamos como una inversión.  Mayormente, en aquellos casos que a cambio del egreso de dinero no se recibe algo tangible  suele considerarse la erogación como un gasto.

¿En qué falla ese razonamiento?

El error es que quién así razona, mide exclusivamente  el egreso de dinero, pero no le asigna valor a los beneficios que ese egreso de fondos le trae aparejado.  

Al hablar de actividad física muchos piensan únicamente en que ayuda a perder peso y a ganar músculo, pero son muchos más los beneficios que aporta.

Una actividad física regular se recomienda para ayudar a reducir el estrés, aliviar la depresión, problemas de ansiedad y acidez, aumentar la felicidad, mejorar la vida sexual y la condición física, prevenir la diabetes, prevenir enfermedades cardíacas, tratar y prevenir la osteoporosis y el cáncer, entre otras muchas cosas.

¿Cuánto vale la salud relacionada con todas las dolencias antes mencionadas?  ¿Cuánto ahorraremos en consultas médicas, tickets y medicamentos para tratar las dolencias originadas por esa falta de actividad física?

Volvamos entonces a la pregunta inicial:

¿Cuándo estamos ante un gasto?  ¿Es un gasto o una inversión hacer una erogación de dinero vinculada a actividades físicas?

Perfectamente pueden Uds. estar pensando,  ¿qué hace esta reflexión en una columna de una firma consultora empresarial?

Resulta que las empresas no son algo robótico, sino que están dirigidas por seres humanos que extienden sus razonamientos cotidianos en la toma de decisiones vinculadas con la dirección de su empresa.  De esta forma, cuando a muchos empresarios se les plantea de implementar controles para mitigar riesgos empresariales (que no son otra cosa que las potenciales enfermedades de las personas), la respuesta es “no podemos gastar en controles”.

Que es lo que pasa por el subconsciente de quien está haciendo ese razonamiento y brinda esa respuesta: “mi empresa no necesita controles”, “yo tengo totalmente entendido y controlado mi negocio”, “los problemas de infidelidad de los funcionarios son cosas que le pasan a otros y no a mí”, etc.

Lamentablemente, así como los cementerios están llenos de personas que podrían haber vivido más en caso de “invertir” en su salud física, existe gran cantidad de empresas que podrían no haber quebrado, o  haber sido exitosas,  o mucho más exitosas de lo que son hoy en día, en caso de haber cambiado el concepto de  “Control es un Costo”  por “CONTROL  ES UNA INVERSIÓN”.

Les dejamos este pensamiento y lo seguiremos desarrollando en nuevos encuentros.