Los tan anunciados cambios en el régimen de beneficios fiscales a la inversión son ahora, desde que en la noche del viernes pasado se colgara la “Consulta Pública” en la página del MEF, una realidad un poco más tangible.

De todos modos corresponde precisar que basamos esta nota (y las siguientes), en algo que no constituye un marco normativo estructurado (no se trata siquiera de un proyecto de articulado de decreto).

Cambia sólo el IRAE

Es importante reseñar también qué cosas no cambian.

Las modificaciones son relativas al impuesto a la renta únicamente. Eso quiere decir que se mantienen, en la misma forma los beneficios en el Impuesto al Patrimonio (exoneración de la Obra Civil por 8 años si es en Montevideo y 10 años si es en el interior; y de bienes muebles por toda la vida útil) y en el Impuesto al Valor Agregado (exoneración en la importación –no competitivo con la industria nacional- para todos los bienes y devolución en plaza únicamente de la Obra Civil) y aranceles (exoneración en la importación –no competitivo-).

Inversión elegible

La inversión elegible puede serlo por concepto o por plazo (“para atrás” desde la presentación del proyecto). Por concepto nada cambiaría (software sigue siendo no elegible, a modo de ejemplo; tampoco los honorarios de los Contadores para la realización del Proyecto). Por plazo sí: ahora únicamente se podrían considerar las inversiones realizadas en los últimos 3 meses (antes era 6 meses como mínimo y todo el ejercicio de presentación como máximo).

¿Cómo funciona esto hoy?

Hoy los proyectos se dividen en Pequeños (< USD 400.000) por un lado, y Medianos y Grandes por otro.

Los Pequeños tienen que optar por un indicador de entre 4: empleo, exportaciones, I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación) ó P+L (Producción Más Limpia), obteniendo un beneficio de entre un 51% (hay que obtener 1 punto en el indicador) y un 60% de la inversión a ser utilizado entre 3 y 5 años con los siguientes máximos de utilización por año: si es 3 el plazo, entonces es 90%, 81% y 27% (del IRAE de cada ejercicio); si es 4: 90%, 90%, 64% y 20% y si es 5: 90%, 90%, 85%, 50% y 15%.

Los proyectos Medianos y Grandes pueden optar por una matriz que incorpora, además de los anteriores indicadores, descentralización, IVAN y PBI y que pondera cada uno de ellos en diferente forma obteniendo un puntaje, del que surge asimismo un determinado beneficio (como % sobre la inversión) y plazo de utilización (en la mitad del plazo concedido la máxima utilización es 90% del IRAE  y en el resto va disminuyendo). O pueden optar ser evaluados “por Pequeño”, asumiendo un único compromiso: empleo, exportaciones, I+D+i ó P+L, obteniendo las mismas exoneraciones de IRAE y plazos de utilización que los proyectos pequeños (con la particularidad que si optan por empleo el compromiso es mucho mayor que en el caso de los proyectos pequeños).

¿Cómo sería con las modificaciones propuestas?

Matriz única

No hay más tamaños, desaparecen los pequeños, medianos y grandes. Todos pasan a evaluarse en función de una única matriz.

En dicha matriz desaparecen PBI e IVAN, por considerarse indicadores de difícil control. Se incorpora el indicador Sectorial, asociado a objetivos específicos de cada ministerio.

Las ponderaciones son diferentes, se le da más peso relativo al incremento de empleo (aumentando del 20% al 30%), P + L e I + D + i (del 5% al 10%). Además, el indicador sectorial pondera 20%.

Para contrarrestar la eliminación de la categorización por tamaño se proponen incentivos para proyectos pequeños: 10% de beneficio adicional (al que resulte de la matriz nueva) y 1 año más de plazo.

Beneficio y plazo dependen, pero de una forma diferente, del monto de la inversión.