217- AUDITORÍA FORENSE

27/03/2015

El 17 de octubre de 1931 marcó un antes y un después en la escena financiera mundial. Al Capone, conocido criminal de Chicago fue sentenciado a más de 10 años en prisión por evasión de impuestos.

El fraude impositivo pasaría a ser una popular forma de arrestar a los participantes del crimen organizado ante la falta de pruebas más sustanciales.

En la actualidad, el fraude ha adquirido otras formas, siendo de público conocimiento fraudes corporativos financieros de escala global que diezmaron  de manera directa o indirecta la economía de varios países. Entre ellos, cabe mencionar  el caso Enron (USA), Parmalat (Italia), Petrolera Yukos (Rusia) y Royal Ahold (Holanda), Global Crossing (USA), Tyco (USA) y World Com (USA), entre otros.

¿Qué es un fraude?

El término fraude hace referencia a un acto en el que se denota intencionalidad, por parte de la gerencia, personal de una entidad o terceras personas, para obtener una ventaja ilegal.  El mismo puede involucrar entre otros: manipulación, falsificación o alteración de registros contables o documentos, malversación de activos, registro de transacciones sin sustancia  o mala aplicación de normas contables.

En este contexto, nace la necesidad de detectar y corregir la información financiera fraudulenta; así como de prevenir y estudiar hechos de corrupción, dando lugar a la auditoría forense.

«La auditoría forense es una auditoría especializada en descubrir, divulgar y atestar sobre fraudes y delitos en el desarrollo de las funciones públicas y privadas. Es, en términos contables, la ciencia que permite reunir y presentar información financiera, contable, legal, administrativa e impositiva, para que sea aceptada por una corte o un juez en contra de los perpetradores de un crimen económico» (Miguel Cano y Danilo Lugo).

Quien lleva a cabo una auditoria de este tipo es el denominado auditor forense, el cual debe contar con una extensa experiencia contable,  habilidades técnicas y prácticas en áreas como auditoría, contabilidad, regulación financiera, estadística y  legislación referente a su campo profesional, así como sobre las normas pertinentes a la prueba pericial contable.

En cuanto a sus funciones, el auditor forense se centra en excepciones, patrones de conducta e irregularidades contables, no en errores u omisiones.

En la práctica, se pueden identificar entre los esquemas fraudulentos más comunes  dentro de los empleados de nivel  jerárquico más bajo la malversación de cuentas a pagar, gastos, nómina, etc. Dentro de los empleados de más alto cargo se incluyen alteración de utilidades, por ejemplo defiriendo gastos, sobrevalorando  inventarios, reconociendo ganancias de forma prematura, entre otros.

Auditoría forense en América Latina.

La Administración Pública en Latinoamérica, históricamente ha carecido, en general, de una información contable adecuada que permita el análisis y la toma de decisiones oportunas, lo que permite la proliferación de actos de corrupción que amenazan el desarrollo económico.

Buscando restablecer la confianza en el sistema económico-financiero varios gobiernos y organizaciones han dado a conocer lineamientos que adjudican mayores responsabilidades a organismos de control, ejecutivos y auditores para combatir el fraude financiero desde el desempeño de sus funciones. El auditor forense, encuentra aquí un marco para desempeñar sus funciones.

“Mejor prevenir que curar”

Para detectar oportunamente el fraude es necesario contar con un adecuado sistema de control y un ambiente de trabajo que fomente la  honestidad del personal y el trato justo. Cuando los mecanismos de control no han funcionado adecuadamente o bien no existen, entonces hay mayores posibilidades de que tenga lugar la auditoría forense.