Un día sí y otro también, escuchamos a los principales actores de la actividad agropecuaria del país, decir que estamos ante precios récord del ganado. y es verdad. El novillo en pié ha alcanzado los USD 2, lo que equivale a que se esté pagando USD 1.000.- por un novillo gordo.

Esta situación realmente extraordinaria para la pecuaria nacional, genera como contrapartida que aumente el precio de la carne. Este es un asunto muy sensible para la opinión pública, y por supuesto es el tema obligado de muchos analistas, que no siempre entienden cabalmente el “problema”.

Ya se escuchan voces de quienes suponen que los productores rurales ganaderos del país están teniendo una rentabilidad exagerada por su actividad, y también  han comenzado las presiones de diversos sectores para gravar más al agro.

Pero… está mal que uno de los principales productos de exportación del país valga mucho? Realmente esto implica una gran rentabilidad para los productores?

Si analizamos los valores en retrospectiva, podemos ver que hace tan solo 5 años, cuando el Kg. De novillo en pie no alcanzaba los USD 1, teníamos un dólar que se cambiaba por 24 pesos uruguayos; los campos ganaderos se arrendaban a un precio inferior al 50% de lo que se necesita hoy para la misma actividad, y un novillo de 2 años se compraba a menos de la mitad de lo que vale hoy. (Valor de referencia obligado para alguien que pretende continuar en el negocio). Ni que hablar de los incrementos en los valores de forraje, combustibles o Mano de obra.

Entonces, si analizamos todos estos aspectos, encontramos que la realidad actual, implica, que para lograr una mejora en la rentabilidad, se debe estar dispuesto a una inversión superior al doble de lo que era hace apenas 5 años. Con un riesgo superior, y una necesidad imperiosa de ser mucho más eficiente, ya que hay que procurar acortar los ciclos, pues la actividad es mucho más sensible al paso del tiempo.

Revisando también los aspectos tributarios, vemos que en el caso de quienes están comprendidos en IMEBA, que en general son productores ganaderos pequeños y medianos, la situación se ha modificado sustantivamente. El tope de ventas para tributar IRAE preceptivamente, al inicio de la reforma tributaria, (1/07/07) era de aproximadamente USD 280.000.- (4.000.000 UI). Actualmente, debido a la evolución de la UI y el TC, ese tope está fijado en  aproximadamente USD 445.000.-

Para llegar a ese tope, que en apariencia se ha elevado, al inicio de la reforma, alcanzaba con  vender aproximadamente 630 novillos gordos, mientras que hoy con vender  “apenas” 430 novillos en el mismo ejercicio, ya se deberá preceptivamente tributar IRAE en el siguiente. O sea que “de hecho”, ya se ha reducido en un 30% el volumen de ventas a partir del cual las empresas agropecuarias ganaderas deben tributar IRAE (Algo similar ocurre con las agrícolas, pero eso será tema de un próximo artículo).

Otro dato que no es menor, y que también se debe tener en cuenta al analizar la situación del sector agropecuario, es que éste, es el que mayor aporte ha realizado a la tasa de empleo (Que “casualmente” también está batiendo records)

En síntesis, es verdad que el valor del ganado ha llegado a niveles jamás vistos, y que por consiguiente la carne está también en niveles muy altos, pero esto no hace más que impulsar a un sector que indudablemente es clave para el crecimiento del país.

Por lo tanto, y ante las  presiones a favor de tomar medidas para cambiar la tendencia, a tener más presente que nunca, que hay que cuidar a la gallina de los huevos de oro.

Fábula que no por muy trillada deja de tener vigencia.