Años atrás, hablar de “llevar los libros de contabilidad” o “tener la contabilidad al día”, en una empresa agropecuaria, era solamente sumarle una complejidad más a dicha actividad.

Más de un productor que tenía su actividad exonerada o gravada por fictos, se preguntaba si realmente era necesario adicionar el trabajo de tener una contabilidad, y por lo general la respuesta era: “no”. Así que al no ser una necesidad, menos era una prioridad. Por este motivo eran pocos los productores que le daban la importancia necesaria.

Por lo general, ésta necesidad solo aparecía en el momento de solicitar un crédito bancario. Llegado ese momento el contador se encontraba con una cantidad enorme de comprobantes para armar un Balance para los bancos y el productor se conformaba con que los números fueran similares a su realidad patrimonial.  

Desde hace aproximadamente 10 años, se comienzan a ver avances sustantivos en los sistemas informáticos. Además surgen programas de gestión y contabilidad más amigables para todos los usuarios.  Por ende “la contabilidad” comenzó, de a poco, a ser más utilizada en este sector y dejó de ser un problema a solucionar. 

La Reforma Tributaria del año 2007, impulsó al productor agropecuario a incorporar dentro de sus prioridades una contabilidad de su gestión comercial.

Al inicio de La Reforma, era muy común ver al productor luchar con los papeles, para lograr armar el reflejo de su realidad patrimonial y de gestión, en un Balance a presentar ante la DGI. Pero con el correr de los años le fueron encontrando el sentido a esta tarea, más allá de la carga impositiva del sector.

En la realidad los impuestos en el Agro forzaron a formalizar al sector. Esto, sin lugar a dudas es un logro, sin ponernos a analizar si es correcta o no la carga impositiva que hoy tiene el sector agropecuario ya que no es un tema a tratar en este artículo.

Pero  la idea de incorporar a la contabilidad en el quehacer diario de la actividad agropecuaria, es un desafío, a nuestro entender, muy interesante para los contadores a los que les gusta involucrarse en la actividad de sus clientes.

Desde hace muchos años, hemos procurado demostrarle al productor agropecuario el “sentido” que tiene la contabilidad. Logrando armar no solo los Estado Contables sino lo que le denominamos un Balance de Gestión. En dicho Informe logramos analizar los rendimientos de producción, de gestión,  ratios, gráficos comparativos y de evolución, para que el productor pueda visualizar en el Balance la realidad económica y financiera de la actividad desarrollada.

Nuestra experiencia, ha sido muy favorable con clientes que se han apoyado en los informes que hemos proporcionado, para la toma de decisiones. Se ha logrado mejorar la eficiencia en la gestión. Principalmente cuando el trabajo es en conjunto con el productor es cuando se logran los mejores beneficios en la utilización de la información contable.

Nuestro objetivo es poder brindar información de tal manera que cada número que se presenta en un informe tenga su “porqué”. No pretendemos armar los Estados Contables únicamente para cumplir con todas las formalidades, sino que buscamos mejorar día a día y así brindar una buena herramienta para la gestión.

En suma:

La contabilidad debería llevarse en tiempo real – para su mejor utilización en la gestión

La contabilidad como elemento fundamental de control – la información proporcionada, no solo brinda un análisis del resultado de la gestión, sino un control de la misma.

La contabilidad es una herramienta necesaria de gestión