Como vimos en entregas anteriores el régimen de Promoción de Inversiones va a cambiar. Y pronto.

Las modificaciones son en IRAE únicamente. La idea es eliminar los tipos de proyectos en función del monto de la inversión (Pequeños, Medianos y Grandes) yendo hacia la evaluación a través de una matriz única (que modifica algunos indicadores y ponderación de los mismos).

Ahora bien, ¿qué impacto tendrá esto? Es harto difícil llegar a conclusiones generales pero hemos aceptado el desafío que implica un análisis que entendemos servirá para comprender más cabalmente las modificaciones que se proponen.

Sector Agropecuario

De todos puede decirse que el agro será de los menos perjudicados. En el régimen actual, los proyectos podrían optar por ser evaluados por la matriz o “por pequeño”. No obstante tomaran uno u otro camino, puede decirse que la nueva matriz para proyectos del agro “no está tan mal”. En efecto, podrá tener algún punto de empleo (que, téngase presente, ahora estará relativizado al monto de la inversión), puntuará bien en descentralización (casi todos los departamentos –con la excepción de Canelones,  Rivera y San José, que bajaron- subieron el puntaje, si es en el medio rural mejor), puntuará por las exportaciones indirectas (esto es una novedad), podrá o no tener P + L ó I + D + i –cuando sepamos exactamente qué significa “innovación” en el nuevo criterio- y, finalmente, el indicador sectorial del MGAP valora bienes en que razonablemente invertirá el sector.

De modo que, en suma, podría afirmarse que se obtendrá un puntaje razonable en la nueva matriz, por lo que no se verían demasiado afectados (es decir, obtendrían porcentajes de beneficio sobre la inversión similares a los anteriores y también plazos adecuados).

Industria

Acá tenemos dos casos: los que optaban por la matriz y los que optaban por ser evaluados “por pequeño”.

Los que optaban por la matriz, bueno, era porque obtenían un puntaje razonable en ella (y también un plazo necesario). Entendemos que los que antes tenían buen puntaje en la “vieja” matriz, conseguirán, en la “nueva” también puntajes “potables”. Si puntuaban en empleo lo seguirán haciendo (en alguna medida diferente, dependiendo del monto de la inversión); eventual puntaje en exportaciones si el proyecto es para el mercado exterior; quizás tuvieran P + L e I + D + i; si tenían  descentralización ahora será mejor (casi todos los departamentos subieron, y además quizás puntúen ahora por Montevideo); no estará el IVAN ni el impacto en el PBI, pero tendrán en el indicador sectorial un eventual sustituto con puntajes relativamente alcanzables. En fin, si antes optaban por la matriz era porque obtenían un puntaje que les era conveniente. En mayor o menor medida, seguirán haciéndolo.

Aprovechamiento   Acá sí tenemos un perjuicio generalizado. En efecto, con el régimen vigente en la mitad del plazo concedido el máximo a rebajar de IRAE era del 90% (luego disminuía). Con el régimen propuesto este porcentaje es de 60% en todos los ejercicios.

Ahora bien, si optaban “por pequeño”, el cambio será brusco. Por la nueva matriz se obtienen porcentajes menores de beneficio sobre la inversión.

Comercio y servicios

Estos sí son sectores verdaderamente afectados.

Con cierto carácter general puede decirse que con el régimen vigente la gran mayoría de los proyectos iban “por pequeño”. Y ello era así pues a estos sectores la matriz le daba mal.

Estos son los más perjudicados por la imposibilidad de optar “por pequeño”. La nueva matriz podrá puntuar en empleo, pero no tendrá exportaciones, ni P + L, ni I + D + i, y en el indicador sectorial (MEF) difícilmente se obtendrá un punto.

En suma: antes tenían un beneficio que partía de un 51% y ahora tendrán algo cercano al 20% (o no tendrán nada, si no consiguen siquiera un punto en la matriz).