Una forma de obtener ganancias a través de la financiación bancaria, es utilizando el régimen de prefinanciación de exportaciones.

Este régimen fue desarrollado en Uruguay por el Ministerio de Economía y Finanzas, y es regulado por los artículos 19 al 34 del Libro III de la Recopilación de Normas de Operaciones del Banco Central del Uruguay (BCU).

Nace como una forma de proveer liquidez al sector exportador con el fin de adquirir o producir mercaderías destinadas a la exportación, financiando así su capital de trabajo.

Se encuentran amparados en el régimen casi todos los bienes, con muy pocas excepciones como es el caso de las lanas sucias, el ganado ovino y bovino en pie (excepto pedigrí y puro por cruza), los cueros ovinos y bovinos secos y salados, cueros y descarnes, pickelados y wet-blue. Con esto se busca que los bienes exportados lleven un proceso de industrialización que le agregue valor.

¿Quiénes son los actores en este sistema?

Intervienen por un lado el BCU y por otro, un exportador beneficiario que puede ser directo (exporta lo que produce) o indirecto, y un Banco, Casa Financiera o Cooperativa de Intermediación Financiera de plaza.

¿Cómo funciona el sistema?

El beneficiario solicita al BROU o a una institución financiera privada que le financie determinada exportación. Esta institución solicita al BCU la constitución del financiamiento. Una vez autorizado por éste, el régimen de prefinanciación queda constituido.

El BCU va a debitar de la cuenta corriente en dólares del beneficiario (ya que es la única moneda admitida para este régimen), el 10% o el 30% del financiamiento, constituyendo un depósito a plazo fijo. Es decir, que el exportador debe dejar inmovilizado en el BCU una parte del préstamo recibido. Sobre este depósito el beneficiario va a cobrar intereses.

Una vez que se materializa la operación de exportación, el exportador debe ir presentando los cumplimientos de embarque correspondientes para cancelar su deuda.

El BCU procede a la liberación del depósito constituido, más los intereses que se han generado sobre el financiamiento por el plazo estipulado.

Cabe mencionar que este tipo de incentivo es aplicable también a exportadores que se financian con fondos propios, prescindiendo de fondos de terceros.

Beneficios

En la actualidad este régimen es muy utilizado tanto por las grandes empresas como las PYMES, y constituye un incentivo económico importante, tanto para los exportadores como para las instituciones financieras, ya que hace que el volumen de operaciones aumente.

El mayor beneficio obtenido por el exportador son los intereses que el BCU le paga y que no son exclusivamente sobre el monto depositado sino por el 100% de la operación. De esta forma el costo financiero del exportador que solicita el préstamo se ve disminuido. Como resultado de esta operativa, el exportador gana por la diferencia entre los intereses que cobra al BCU y los que puede llegar a pagar por la financiación de la exportación.

Desde el punto de vista de la institución financiera intermediaria el beneficio viene por el lado de que no utiliza fondos propios, minimizando de esta forma el riesgo crediticio.

En resumen:

La prefinanciación de exportaciones aumenta el número de transacciones comerciales hacia el exterior y promueve significativamente el producto bruto interno.